La tuberculosis es una enfermedad bacteriana que figura entre las 10 principales causas de muerte en el mundo, por lo que representa un enorme desafío para los sistemas de salud. Sumada a la crisis de resistencia antimicrobiana, se vuelve más urgente que nunca contar con diagnósticos mejores y más rápidos y es justo aquí donde la medicina de precisión y las tecnologías pueden ayudar.
En The Lancet se puede leer sobre cómo la secuenciación del genoma completo de la bacteria Mycobacterium tuberculosis ha proporcionado datos completos sobre mutaciones de resistencia a antibióticos, facilitando las pruebas diagnósticas y planteando un futuro donde la secuenciación reemplace las pruebas convencionales de susceptibilidad a medicamentos.¿Qué significa esto? Que en países donde las pruebas convencionales no estén disponibles, se podría llegar al diagnóstico con tecnologías de apoyo a la decisión clínica a través de sistemas informáticos que interpreten la información clínica del paciente, pruebas de laboratorio y otros datos específicos. La meta es que a través de estos procesos se capten los casos infecciosos que en una consulta tradicional podrían pasar desapercibidos.
La precisión en el diagnóstico se convierte en precisión en la salud pública, se impulsa la estandarización de intervenciones y se mejora la atención individual y la prevención. En resumen, se abren nuevas puertas para hacerle frente a una enfermedad que en una persona activa, puede afectar a otras 10 o 15 por contacto directo.
Información de la Asociación Mexicana de Industrias de Investigación Farmacéutica, A.C. (AMIIF en Tamiz informativo).