Por Marien Garza, Miembro del Consejo Consultor de Nutriólogos de Herbalife Nutrition.
Hace poco escribí acerca de la relación entre la dermatología y la salud mental. Parte de mis estudios se enfocan en la cosmetología facial y me gusta mucho investigar la relación entre la piel y la alimentación.
Muchas personas me preguntan acerca de los efectos de la alimentación sobre el acné. La evidencia fuerte o contundente y la investigación científica actual sobre este vínculo, es muy limitada; en comparación con los estudios que existen sobre otros temas de salud e incluso de dermatología.[1]
El acné, es una enfermedad inflamatoria multifactorial de la piel. En la relación del acné con lo que comemos, existen muchas hipótesis, muchos mitos y gran cantidad de hechos por descubrir.
Durante muchos años se ha discutido la creencia, de que ciertos alimentos causan o empeoran el acné. Sin embargo, en las últimas décadas, se ha establecido como doctrina dermatológica, que no existe una asociación directa y comprobada entre la dieta y el acné.
Si bien los estudios han permitido identificar ciertos elementos nutricionales y comportamientos que pueden incidir en el acné; actualmente se investigan diferentes factores externos e internos como la contaminación del aire, los productos agresivos para el cuidado de la piel, los medicamentos, cuestiones hormonales, genéticas e, incluso, el estilo de vida y el estrés ya que estos factores pueden influir la presencia del acné.[2]
Definitivamente hace falta más investigación clínica para evidenciar y confirmar la asociación entre la alimentación y el acné. Por ahora se cree que los alimentos con alto índice glucémico (azúcar), productos lácteos, chocolates y grasas saturadas pueden promover el acné.
Los factores que pueden protegernos son ácidos grasos esenciales como omega 3, frutas, verduras y como siempre, una dieta correcta y balanceada. Aún hay muchas respuestas que encontrar en este maravilloso campo de exploración.[3]