Trastornos de la alimentación como la bulimia y anorexia se han convertido en un problema de salud pública que se extiende en forma de epidemia entre la juventud mexicana.
La Dra. Araceli Aizpuru de la Portilla, directora de la Fundación Ellen West, revela que estudios realizados por investigadores de la UNAM, el 75% de las adolescentes y jóvenes mexicanas “no les gusta su cuerpo”, situación que se convierte en terreno fértil de los trastornos de la conducta alimentaria.
Considera que “más de tres cuartas partes de esta población presenta factores de riesgo tales como el estar preocupados de manera insana por el peso y la figura, así como el someterse constantemente a dieta, fenómeno que constituye la puerta de entrada a un trastorno alimentario”.
Para el caso de México no existe información sobre la prevalencia o incidencia de ninguno de estos padecimientos, y aunque las autoridades de salud estiman que cerca de un millón de jóvenes podrían estar afectados por la bulimia y la anorexia, la Dra. Aizpuru considera que pueden, incluso, superar los dos o tres millones.
Lo preocupante, agrega Aizpuru, es que la bulimia y la anorexia, se presentaban en jóvenes de clase media o alta, sin embargo, ahora están permeando a los sectores más vulnerables en los que no se veía este tipo de problemas de salud y a edades más tempranas. “Recientemente tuvimos un caso de una niña de 10 años de edad con problemas de anorexia, misma a la que le brindamos atención inmediata y, por, lo cual salvo su vida. Esta pequeña vive en una comunidad maya del estado de Quintana Roo, que por el deseo de ser la más delgada de su salón de clases, cayó en esta problemática”.
Y es que la delgadez es un valor exaltado por la publicidad y los medios de comunicación, que lejos de relacionarlo como una condición necesaria para la salud, lo promueven como un plus estético de estatus y éxito social.
Desde hace diez años, Ellen West, “Fundación Mexicana contra la Anorexia y la Bulimia”, promueve campañas de prevención y brinda un modelo de tratamiento que integra el enfoque psicoanalítico con el cognitivo conductual. El paciente modifica la conducta e identifica las causas, consientes e inconscientes del padecimiento. Además, bajo un tratamiento psicológico, médico y nutricional, desarrolla las habilidades necesarias para su recuperación.
Fundación Ellen West: Carretera México – Toluca #3847 Km. 20.5 Cuajimalpa C.P. 05000 México, D.F. Teléfonos: (55) 58 12 08 77 y 58 13 74 14
Página en Internet: http://www.ellenwest.org
Correo electrónico: info[arroba]ellenwest[punto]org
¿Qué hacer si una amiga o familiar tiene un trastorno de la alimentación?, aquí algunos consejos.
1.- Aprende acerca de los trastornos alimenticios, así podrás identificar los signos cuando los veas en alguna persona cercana a ti.
2.- Reconoce que los trastornos alimenticios son enfermedades potencialmente fatales, y por lo mismo deben ser atendidos.
3.- Escucha a tus amigos(as) o a tus hijos con respeto, sensibilidad y comprensión.
4.- Dile a las personas que sepas que sufren de un trastorno alimenticio, que le apoyas y que le ayudarás en lo que necesita.
5.- Sugiérele que busque ayuda profesional especializada.
6.- Trata de estar disponible cuando tu amigo(a) o familiar requiera ayuda.
7.- Hablen sobre sus propios sentimientos acerca de la comida, el peso, el conteo de calorías y el ejercicio.
¿Qué no hacer?
1.- No debes actuar solo. Busca ayuda.
2.- No trates de solucionar el problema por él o ella.
3.- No lo(a) culpes ni juzgues por hacer algo erróneo.
4.- No te centres en el peso, el número de calorías consumidas o los hábitos alimenticios particulares.
5.- No hagas comentarios acerca de la apariencia de las personas.
Concentrarse en la pérdida de peso puede ser interpretado como algo favorable mientras que hablar del aumento de peso puede ser visto como malo.
6.- No lo (la) ignores; ella (él) te necesita.
Fuente: Ellen West, “Fundación Mexicana contra la Anorexia y la Bulimia”.