La física está en todas partes, incluso puede ser el soporte que ayude a encontrar la cura a algunas enfermedades genéticas, señaló Philip Alan Pincus, uno de los pilares en el área de materia condensada suave en el mundo y profesor invitado a la Escuela Avanzada de Verano 2011 del Departamento de Física del Centro de Investigación y de Estudios Avanzados (Cinvestav).
Alan Pincus, investigador de la Universidad de California en Santa Bárbara, Estados Unidos, dijo que estudiar los principios básicos que gobiernan el comportamiento de los materiales es básico, porque saber cómo están estructurados ha sido clave para el desarrollo de tecnología que se aplica desde la medicina, el transporte, la industria y el cuidado del medio ambiente, por mencionar algunos.
Para el investigador, aplicar la física para saber lo que ocurre al interior de una célula, conocer cómo las fuentes de energía que usan los componentes de tejido funcionan, se organizan y cumplen sus funciones de regular energía y sintetizar proteínas, podría ser la fuente para encontrar la cura a algunas enfermedades genéticas.
Por ejemplo, comentó el científico: la enfermedad de Alzheimer ocurre porque no hay un plegado correcto de las proteínas en ese material del cuerpo. Usando los principios de la materia suave, el físico trata de entender estos procesos de la célula y así modificarlos, para que se eviten enfermedades de ese tipo a nivel genético.
En este caso, la idea es corregir el daño desde el ADN, el cual se puede cortar con las técnicas de ingeniería genética actuales y se puede modificar y volver a reimplantar los genes para que realicen correctamente su función y puedan corregir el que el ADN produzca el plegamiento correcto, destacó Alan Pincus.
Cuando hablamos de la materia condensada suave nos referimos a aquellos materiales que experimentan fácilmente deformaciones o se pueden estirar, debido a esfuerzos térmicos que ocurren a temperaturas comparables a la del medio ambiente. Entre ellos podemos hablar de los líquidos, polímeros, espumas, geles, materiales granulados y materiales biológicos.
Es en esta última área donde Alan Pincus ha enfocado su investigación, al trabajar con aspectos biomoleculares usando la física, tales como la organización de proteínas de membrana, señaló en entrevista posterior a su primera ponencia en el Cinvestav.
Los seres vivos somos en parte materia condensada suave, al hablar de las células que forman tejidos, vesículas, nervios, y todo lo relacionado al sistema nervioso que transporta corriente en todas direcciones, señaló el científico.
El investigador invitado a la Escuela de Verano del Cinvestav, destacó que aún no se sabe bien cómo hacerlo, pero la ciencia actual está cerca de la solución.
El estudio de la materia condensada suave también ayudaría a fabricar dispositivos artificiales, que en principio son cosas muertas, pero que pueden ser objetos que funcionen con energía que obtengan del mismo cuerpo. El propósito es entender como manipular esa energía para hacer útiles estos materiales biológicos naturales y modificarlos en beneficio propio de las personas.
De las fuentes internas de energía que usa el organismo aun no se sabe cómo usarlas, por ejemplo, existe la molécula ATP que proporciona la energía para todo el organismo, y sabe cómo usarla, pero nosotros no, si pudiéramos hacerlo, podríamos construir esos mecanismos útiles, detalló.
Con la ponencia Una mirada a la materia condensada suave, de Philip Pincus, se dio por inaugurada la Escuela Avanzada de Verano en Física que organiza el Centro de Investigación y de Estudios Avanzados (Cinvestav), en el Auditorio José Adem de esta Institución.
La inauguración y bienvenida a los más de 100 alumnos inscritos a esta Escuela fue encabezada por el Director General del Cinvestav, René Asomoza Palacio, quien instó a los asistentes, jóvenes de licenciatura provenientes de distintas universidades del país, a cursar un posgrado en esta Institución para completar su formación académica.