Los avances tecnológicos y un mayor entendimiento del cáncer, hacen del campo de la oncología una de las áreas de más rápida evolución en la medicina moderna y como prueba de ello está el progreso de los tratamientos para combatir el cáncer. En la última década, la inmunooncología se considera como un pilar contra el cáncer junto a la cirugía, la radioterapia y la quimioterapia.

Prevenir, detectar y tratar el cáncer oportunamente continúa siendo uno de los principales retos de salud en el mundo. El reporte más reciente de Globocan con prevalencia a 5 años, indica que en 2012 hubo 14.1 millones de nuevos casos de cáncer; 8.2 millones de personas murieron y 32.6 millones de personas continuaron viviendo con esta enfermedad. A su vez, el Centro de Investigación Contra el Cáncer del Reino Unido (CRUK, por sus siglas en inglés Cancer Research UK) estima que para 2030 la cifra de nuevos casos de cáncer en el mundo aumentará a 23.6 millones.

Para una mejor comprensión del origen, cómo funciona y en qué se diferencia la inmunooncología de otras terapias contra el cáncer, se señalan las 9 claves principales a tener en cuenta.

1. Usando tecnología que se desarrolló en la década de 1970, los científicos lograron la producción en masa de anticuerpos monoclonales dirigidos específicamente a células cancerígenas.
2. Los primeros anticuerpos monoclonales fueron aprobados en la década de 1990 para tratar cáncer de mama y linfoma, y hoy están siendo estudiados para muchos tipos de cánceres.
3. Las células cancerígenas a menudo encuentran formas de “ocultarse” de células normales, por lo que el sistema inmune no siempre las reconoce como dañinas.
4. El sistema inmune posee una serie de células especializadas, las cuales tienen la capacidad de reconocer y atacar a cualquier cuerpo extraño, incluyendo las células cancerígenas, lo cual puede beneficiar a pacientes con diferentes tipos de cáncer.
5. La terapia inmune activa el sistema inmune del organismo para ayudarlo a luchar contra el cáncer.
6. La inmunoterapia se diferencia de otras terapias porque se dirige directamente al sistema inmune en vez de al tumor, lo cual permite que éste reconozca selectivamente y ataque a las células cancerígenas.
7. La inmunoterapia puede brindar una memoria de larga duración al sistema inmune y a su vez le enseña a luchar contra las células cancerígenas, incluso tras la remisión.
8. Los efectos adversos asociados a los tratamientos inmunooncológicos son manejables en comparación con aquellos asociados a muchas otras terapias antineoplásicas.
9. Las terapias inmunes pueden tener un impacto positivo crítico sobre la capacidad de los pacientes para volver al trabajo y llevar una vida saludable y productiva.

A medida que la ciencia avanza, “MSD ha desarrollado un programa de investigación en inmunooncología que ha permitido traer a la luz nuevas moléculas inmunoterapéuticas en diferentes tipos de cáncer como melanoma y cáncer de pulmón”, comenta la Dra. Marissa González, Directora Médica de Oncología de MSD.

Y agrega que “la evidencia científica obtenida con estas nuevas alternativas de tratamiento mantienen la esperanza de adoptar innovadoras estrategias en la lucha contra el cáncer. Uno de los propósitos de la Inmunooncología, es el de mejorar significativamente la eficacia del tratamiento y al mismo tiempo, mejorar la calidad de vida de los pacientes”.

A diferencia de otras terapias, la inmunoterapia se dirige directamente al sistema inmune en vez de al tumor.

Esta terapia podría ser capaz de proveer memoria de larga duración que enseña al sistema inmune a luchar contra las células cancerígenas, incluso tras la remisión.