Científicos del Centro de Investigación y de Estudios Avanzados (Cinvestav), encabezados por Ranier Gutiérrez Mendoza, buscan comprender de mejor manera el funcionamiento del cerebro en sujetos obesos para conocer las razones por las que este órgano motiva a individuos saciados, a seguir consumiendo alimentos.
Hasta el momento se sabe que la mutación de ciertos genes, como por ejemplo, el que codifica para el receptor de la leptina, puede promover el desarrollo de la obesidad y provocar que la persona ingiera más comida, muchas veces de la denominada chatarra.
Gracias a este descubrimiento genético, explicó Ranier Gutiérrez Mendoza, adscrito al Departamento de Farmacología del Cinvestav, se pudieron sentar las bases para afirmar que este problema de salud tiene raíces biológicas y no es un padecimiento que las personas tienen por falta de fuerza de voluntad.
Para el investigador la obesidad es consecuencia de mutaciones en varios genes y, muy probablemente, por un cambio en la actividad neuronal que induce a la persona propensa a la obesidad, a seguir alimentándose.
Gutiérrez Mendoza intenta determinar aquellas señales o cambios que ocurren en el cerebro de una rata obesa, identificando cada uno de los cambios neuronales que el sujeto experimenta conforme va engordando y se vuelve más propenso a comer en exceso.
Esta investigación es realizada con tecnología de punta a través de un método llamado «registro multielectrodo», el cual permite registrar la actividad eléctrica de cientos de neuronas simultáneamente en animales en libre movimiento.
Esta técnica sin precedente en el país, busca conocer la manera en la que se modifica la actividad neuronal en modelos de obesidad animal, y así en un futuro, contrarrestarla a partir del diseño de nuevos tratamientos farmacológicos.
Una vez entendidas esas modificaciones cerebrales, precisó el investigador del Cinvestav, en el futuro se podrán diseñar nuevos fármacos que reviertan esos cambios en la actividad neuronal y así poder prevenir o mejorar la situación fisiológica y patológica de una persona obesa.
Además, agregó, se podrá comprobar la eficiencia de nuevos tratamientos para bajar de peso, ya que muchos de ellos no están sujetos a pruebas con rigor científico, y sin embargo, son vendidos sin ninguna limitante, es decir, muchos de estos tratamientos no cumplen al cien por ciento con la disminución de la grasa corporal y posteriormente tienen un efecto de rebote mucho más grave.
Estos resultados permitirán a los científicos del Cinvestav entender los correlatos neuroquímicos y electrofisiológicos de la sensación de la saciedad en sujetos de peso normal y en sujetos obesos, experimentos nunca antes realizados en el mundo.
Estas investigaciones están siendo financiadas por el Instituto de Ciencia y Tecnología del Distrito Federal (ICyTDF), y el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt), proyecto que busca conocer las razones por las cuales comemos de más.
Según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), aproximadamente mil 600 millones de adultos mayores de 15 años padecen sobrepeso y al menos 400 millones de adultos tienen obesidad; cifra que se espera llegue a los 700 millones en el 2015.