La neurocirugía fue de alto riesgo y tuvo un costo de medio millón de pesos La mayoría de los recursos se obtuvieron del Seguro Popular.
Después de 15 años de padecer discapacidad motriz, Julio César Preciado López, originario de San Luis Potosí, fue sometido a una neurocirugía en el Instituto Nacional de Neurología y Neurocirugía de la Secretaría de Salud que encabeza la doctora Mercedes Juan, mediante la cual se le colocó un chip en el cerebro que le devolvió la correcta coordinación psicomotriz.
La cirugía realizada al paciente potosino afectado de distonia, tuvo un costo de casi 500 mil pesos, provenientes del Seguro Popular en San Luis Potosí, así como del Patrimonio de la Beneficencia Pública y el DIF del estado.
Las personas con distonia presentan contracciones musculares involuntarias que, con frecuencia, pueden interferir con funciones cotidianas como dormir, caminar, comer y hablar.
De acuerdo con el Secretario de Salud de San Luis Potosí, Francisco Posada, el paciente Julio César desde los 10 años de edad observó movimientos extraños en sus extremidades. El joven de ahora 25 años de edad fue diagnosticado con una alteración psicomotriz causada por un daño neurológico.
“Tenía una especie de convulsiones psicomotrices. Se le hizo un estudio neurológico en el Instituto Nacional de Neurología Y Neurocirugía ‘Manuel Velasco Suárez’, y se determinó que requería un equipo implantado en el sistema nervioso central, a través de una neurocirugía”, detalló el Secretario de Salud de San Luis Potosí.
Posada agregó que este procedimiento proporciona impulsos eléctricos a través de un equipo muy sofisticado que tenía un costo aproximado de medio millón de pesos.
En 2013, a Julio César se le informó que era candidato a una cirugía en la que se le implantaría un neuroestimulador recargable (implante de electrodos al núcleo del cerebro), para lo cual fue trasladado al Instituto Nacional de Neurología, en la Ciudad de México.El neuroestimulador transmite diminutas señales eléctricas a las áreas del cerebro que controlan el movimiento. Consta de un cable delgado y aislado, llamado derivación o electrodo, que se coloca dentro del cerebro, mientras que el neuroestimulador es similar a un marcapasos cardiaco, se coloca en el pectoral y cuenta con otro cable delgado y aislado llamado extensión.
Actualmente Julio César trabaja en una plaza comercial y asegura: “hoy puedo hacer mi vida normal, puedo caminar más rápido, escribir mejor, trabajar, y pronto estaré terminando la preparatoria para estudiar psicología”.
Los recursos para que Preciado López mejorara su calidad de vida fueron obtenidos de la siguiente manera:
- la Secretaría de Salud de San Luis Potosí, a través del Área de Apoyo Social, aportó 319 mil pesos;
- el Patrimonio de la Beneficencia Pública aportó 150 mil pesos;
- el DIF estatal puso 10 mil pesos
- y el DIF municipal otros cinco mil pesos.
El Secretario de Salud de San Luis Potosí, dijo que antes del Seguro Popular, no existía un mecanismo para que la población de bajos recursos o sin seguridad social tuviera acceso a servicios médicos de alta especialidad.
Finalmente, recalcó la importancia de que la población conozca los beneficios del Seguro Popular, que es un parteaguas en la historia de la atención médica en México.