La sedación paliativa es una maniobra técnica que permite aliviar las molestias que se manifiestan durante el proceso de una enfermedad grave o terminal, como pueden ser disnea (falta de aire) o incapacidad psicomotriz, informó el especialista en Dolor y Cuidados Paliativos del Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición «Salvador Zubirán», Andrés Hernández.
Durante su participación en el Foro Cuidados Paliativos, Vida con Calidad, informó que este tipo de sedación permite la disminución deliberada del nivel de conciencia del enfermo mediante la administración de fármacos apropiados, con el objetivo de evitar sufrimiento intenso a causa de uno o más síntomas que no se pueden controlar de otra forma.Por su parte, la consejera de la Comisión Nacional de Bioética e investigadora del Instituto Nacional de Cancerología (INCan), Emma Verástegui, al participar en la mesa Consideraciones éticas al final de la vida, señaló que para que una persona pueda acceder a una sedación paliativa, debe ser evaluada por el equipo especializado en la materia.
Explicó que una vez que un paciente es candidato, el caso pasa al comité de ética de la institución médica donde es atendido, además debe contar con la aprobación de la familia.
Los cuidados paliativos se aplican a enfermos que cursan patologías terminales que se encuentran fuera de tratamiento médico, o muy graves con procedimientos que prolongan la vida.
Los principales objetivos de este tipo de intervención son:
- Manejo de los síntomas que ponen en una situación de sufrimiento al paciente y/o a sus familiares.
- Establecer las metas de tratamiento de acuerdo a las preferencias del enfermo para con su vida.
- Mantener la comunicación entre el paciente, su familia o cuidadores y todo el equipo médico involucrado en el tratamiento de la patología.
- Proporcionar apoyo psicosocial y espiritual al enfermo y a sus familiares.
El éxito de los cuidados paliativos se basa en la comunicación que debe existir entre el paciente, su familia y sus médicos en un ambiente de cordialidad, respeto y confianza, el estado de la enfermedad y los deseos principalmente del enfermo y, secundariamente, de sus familiares.