Este fármaco impide la unión de esta enzima y bloquea un paso fundamental en el ciclo de replicación del virus, puede ser utilizado en combinación con otros medicamentos antirretrovirales. Estará disponible a partir de junio de 2015, representa un avance importante para las personas que viven con el VIH en México.
GSK México anunció el pasado 29 de junio de 2015 la disponibilidad en el país de su nuevo tratamiento antirretroviral para adultos y adolescentes mayores de 12 años infectados con VIH/SIDA y que puede ser utilizado en combinación con otros medicamentos antirretrovirales.El nuevo tratamiento, que estará disponible a partir de este mes, representa un avance importante para las personas que viven con el VIH en México. Funciona como un inhibidor de la integrasa de última generación (la integrasa es una enzima que permite que el ADN del virus del VIH se integre al ADN de las células sanas). Es decir, este fármaco impide la unión de esta enzima y bloquea un paso fundamental en el ciclo de replicación del virus.
Este medicamento está indicado para su uso combinado con otros agentes antirretrovirales (se requiere de una asociación de fármacos que operan por distintos mecanismos de acción en distintos estadios de la multiplicación del virus para conseguir un tratamiento exitoso), en el tratamiento del VIH en adultos y en niños de 12 años o más cuyo peso corporal sea superior a 40 kg. (Tanto para personas que inician el tratamiento como en aquellos que han desarrollado resistencia a otros medicamentos para el VIH, incluido los inhibidores de integrasa de primera generación, y pacientes con resistencia a múltiples fármacos).
Asimismo, esta nueva terapia cuenta con una vida prolongada en sangre (12 a 14 horas) lo que permite tomar una dosis de una vez al día con o sin alimentos en cualquier momento del día (se suministra por vía oral en una única dosis diaria de 50 mg).
En los casos de pacientes con resistencia a inhibidores de integrasa, la dosis que se debe administrar es de una tableta de 50 mg cada doce horas. Esto significa una ventaja para los pacientes con VIH que frecuentemente reciben diversas medicaciones en forma simultánea con muchas interacciones entre ellas y varias tomas al día.
Además, el tratamiento tiene alta barrera genética, es decir, que la droga mantiene su eficacia a pesar de que el virus haya desarrollado varias mutaciones genéticas que confieren resistencia a otras drogas. No disminuye la efectividad de otros fármacos, y tiene poco impacto sobre los lípidos (no aumenta los niveles de colesterol y/o triglicéridos en sangre).
Durante el evento de lanzamiento la Dra. Yolanda Cervantes Apolinar, Directora Médica de Vacunas y VIH de GSK México, destacó: “Este medicamento representa una sólida respuesta por parte de GSK, de los profesionales de la salud y de los propios pacientes que han participado en su desarrollo clínico, ante los permanentes retos que implica vivir con el VIH. Con esta nueva alternativa terapéutica refrendamos nuestro absoluto compromiso con los pacientes, quienes contarán con un nuevo aliado para su tratamiento y su calidad de vida”.
El nuevo antirretroviral recibió aprobación de la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (COFEPRIS) en diciembre 2014 y la Food and Drug Administration (FDA por sus siglas en inglés) lo aprobó en agosto de 2013, mientras que la Agencia regulatoria Europea (EMEA por sus siglas en inglés), lo aprobó en enero de 2014 para la Unión Europea. En Latinoamérica ha recibido aprobación en Argentina, Brasil, Chile y Ecuador.
Al respecto, José Alberto Peña, VP y Director General de GSK México, enfatizó la relevancia del papel de las autoridades regulatorias en la evaluación y aprobación ágil de nuevos medicamentos: “Los nuevos procesos implementados permiten un mejor acceso a los tratamientos más innovadores por parte de los pacientes”.
Los primeros casos de SIDA en México se presentaron en 1983, sin embargo, se considera que la epidemia inició en 1981. Es importante destacar que en México, desde el 2013, todos los pacientes con VIH/SIDA tienen acceso gratuito a medicamentos antirretrovirales (ARV). Con la introducción masiva de los tratamientos antirretrovirales (ARV) a finales de los noventa, las cifras de mortalidad disminuyeron sustancialmente.
Actualmente, los casos registrados de VIH/SIDA en México al primer trimestre de 2014 suman poco más de 116,936, de los cuales 65,365 fueron notificados como casos de SIDA y 51,352 como casos de VIH.[1]
- El 82% de los casos notificados de SIDA en el periodo 1983-2014 fueron hombres y el 18% mujeres.
- El 94.3% de la categoría de la transmisión es sexual y 2.3% corresponde a transfusión de sangre infectada, mientras que el 2.1% es perinatal (transmisión de madre a hijo).
- En el 2013 se diagnosticaron 10,536 casos nuevos de los cuales 5,449 fueron notificados como SIDA y 5,087 como VIH.[2]
- Los Estados con mayor tasa de casos nuevos de SIDA son: Campeche 10.7, Guerrero 5.6, Yucatán 5.6, Nayarit 5.2 y Morelos 5.2 por cada 100,000 habitantes.[3]
- Las defunciones por SIDA en el 2012 fueron de 4,974.[4]
Referencias
- Fuente: SUIVE/DGE/SS. Sistema de Vigilancia Epidemiológica de VIH y SIDA, Actualización al 30 de Septiembre de 2014.
- Fuente: SUIVE/DGE/SS. Sistema de Vigilancia Epidemiológica de VIH y SIDA, Actualización al 30 de Septiembre de 2014.
- SUIVE/DGE/SS. Sistema de Vigilancia Epidemiológica de VIH y SIDA, Actualización al 30 de Septiembre de 2014.
- Información oficial INEGI.