Durante la presentación del libro “Objeción de Conciencia Sanitaria”, del autor Agustín Antonio Herrera Fragoso, el diputado Éctor Jaime Ramírez Barba señaló que la falta de un fallo de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) respecto a la acción de incostitucionalidad promovida por la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH), “provoca la incertidumbre jurídica para los potenciales usuarios, así como para los prestadores en materia de servicios de salud”.
El legislador, secretario de la Comisión de Salud, se dijo convencido de que el parlamento abierto es de mucho valor en la evaluación de leyes como ésta, lo que ayudará a dar un análisis y contar con la opinión de expertos.“Sin haber presión social, se trae a este Congreso a los actores en aquellas leyes aprobadas, pero que requieren de una evaluación continua”, sostuvo.
La diputada Martha Tagle Martínez, explicó que la objeción de conciencia es un acto personal que versa en las creencias y pensamientos de cada persona, es un tema controvertido porque en ocasiones “no permite razonar ni conocer argumentos cuando es discutida”.
“Esta se ha dado en diversos rubros, como en el servicio militar, el régimen fiscal, en la industria farmacéutica –cuando el medicamento atenta contra la vida-, en el tema educativo y la negación de honores a la bandera”.
La experta en legislación de familia, salud y bioderecho, Laura Angélica Lauren Pavón, destacó el caso de “la niña rarámuri”, quien ingresó al hospital a causa de la leucemia que padecía y requería de una transfusión sanguínea urgente, pero por creencias religiosas sus padres negaron la autorización; sin embargo, las autoridades asumieron la facultad de tutela de forma provisional para autorizar el tratamiento.
“La objeción de conciencia es un tema actual que ha alcanzado los máximos tribunales para encontrar enfrentados los derechos del objetor religioso frente a la autoridad sanitaria que defienden los principios éticos y jurídicos, pero siempre con la defensa de la vida como valor fundamental”.
En su turno, el autor Herrera Fragoso explicó que la objeción de conciencia en el ambiente sanitario no debe justificarse sólo en principios éticos y de valores, sino también en evidencia científica.
“La salud es más importante que la libertad, pues es la luz de la vida; por eso esta situación es muy importante para que los facultativos operen con ciencia y valores”, expuso.