El control de las pacientes sometidas a cirugía ginecológica mediante un programa de recuperación mejorada (ERP, por sus siglas en inglés) derivó en menos consumo de narcóticos, menor tiempo de hospitalización, tasas estables de reingreso al hospital, excelente satisfacción de las pacientes y ahorro económico, informa un estudio de Mayo Clinic.
Un equipo de ginecólogos oncólogos, uroginecólogos y anestesiólogos desarrolló un programa de recuperación moderada para las pacientes sometidas a cirugía ginecológica a fin de acelerar su recuperación. Antes de éste programa, las pacientes atravesaban por extensa preparación del intestino y restricción calórica, recibían más líquidos intravenosos, necesitaban más reposo en cama, tenían altas tasas de consumo de opiodes intravenosos, y requerían de la libre colocación de más drenajes y sondas.
El programa de recuperación mejorada estandarizó el manejo posoperatorio para evitar ayunos preoperatorios prolongados y eliminar la limpieza del intestino. Las pacientes ahora comen, beben y deambulan poco después de la operación. Además, por lo general no se utilizan drenajes ni sondas nasogástricas, y las sondas urinarias se retiran puntualmente después de transcurridas 24 horas. Las pacientes reciben una cantidad limitada de narcóticos intravenosos y también se restringe la administración de líquidos para evitar una sobrecarga.
“Cuando es posible eliminar el uso de intervenciones no comprobadas y desagradables, como la preparación intestinal, la restricción calórica, la administración de sedantes y el uso de drenajes quirúrgicos, las pacientes se muestran mucho más contentas”, comenta el Dr. Sean Dowdy, cirujano ginecólogo de Mayo Clinic y autor principal del estudio. “Descubrimos que los pacientes sometidas a las operaciones más complejas e invasivas son quienes más se benefician con este programa de recuperación”.
En un estudio retrospectivo, los científicos estudiaron el resultado de 241 mujeres bajo el programa de recuperación mejorada durante un período de seis meses, y lo compararon frente a 235 mujeres que no estuvieron bajo dicho esquema durante un período de nueve meses. Se dividió a las pacientes en tres cohortes: pacientes con cirugías vaginales complicadas debido a disfunción del piso pélvico; pacientes con histerectomía abdominal y disección de ganglios linfáticos debido a cáncer de ovario o de endometrio; y pacientes con cirugías complejas y extensas por cáncer de ovario.
A pesar de la drástica mejoría en los tres grupos, los científicos descubrieron que las pacientes sometidas a cirugía debido a cáncer de ovario mostraron la mejoría más significativa en la recuperación. Dichas pacientes requirieron una cirugía extensa, cuya duración fue de 4 a 8 horas, y la permanencia en el hospital tuvo un promedio de 10 días. En ese grupo, el consumo de narcóticos intravenosos disminuyó de 98,7 por ciento a 33,3 por ciento y el consumo general de narcóticos descendió en 80 por ciento dentro de las primeras 48 horas después de la operación, el período de hospitalización se redujo en cuatro días y el costo de la atención médica disminuyó en 18,8 por ciento debido al internamiento hospitalario más corto.
“El objetivo posterior a la cirugía es que las pacientes se recuperen lo más rápido posible, a fin de que puedan regresar a su casa, a sus familiares, y retomar la actividad normal cuanto antes”, explica el Dr. Dowdy.
La aplicación del programa de recuperación mejorada permite a las pacientes recobrarse más rápidamente y recuperar antes la función intestinal, ofrece puntajes de dolor estables pese a la reducción en el consumo de narcóticos, brinda mucha satisfacción a las pacientes y ofrece tasas estables de complicaciones y reingresos al hospital.
“Va en aumento la evidencia de que se obtienen mejores resultados cuando las pacientes reciben quimioterapia antes, en lugar de más adelante, como es el caso de las pacientes con cáncer de ovario por ejemplo. Por lo tanto, mientras antes se recuperen gracias a este programa, antes podrán recibir otras terapias recomendadas, como la quimioterapia”. Los científicos llegaron a la conclusión de que el programa de recuperación mejorada ofrece resultados significativamente mejores y ofrece una atención de óptima calidad a la paciente sometida a cirugía ginecológica compleja y extensa, finaliza el Dr. Dowdy.“
Otros autores del estudio son la Dra. Eleftheria Kalogera, la Dra. Jamie Bakkum-Gamez, el Dr. Christopher Jankowski, el Dr. Emanuel Trabuco, Jenna Lovely, Pamela Grubbs, Amy Weaver, Lindsey Haas, el Dr. Bijan Borah, April Bursiek, el Dr. Michael Walsh y el Dr. William Cliby, todos de Mayo Clinic