La senadora Lorena Cuéllar Cisneros presentó una iniciativa para prohibir el control de estudios por medio de placebos en pacientes con algún tipo de padecimiento crónico degenerativo o en fase terminal. La iniciativa se turnó a las comisiones unidas de Salud y de Estudios Legislativos para su análisis y dictamen correspondiente.
Propone reformar las fracciones II y III del artículo 100 de la Ley General de Salud. El proyecto también incluye una disposición para que la investigación en seres humanos pueda efectuarse “sólo cuando exista una razonable seguridad de que no expone a riesgos, daños, dolor o sufrimiento innecesario al sujeto en experimentación”.
Destacó que, según la Declaración de Helsinki, “el uso de placebo es necesario para determinar la eficacia y la seguridad de una intervención que no implique un riesgo, efectos adversos graves o daños irreversibles para los pacientes que reciben placebo o ningún tratamiento”.
Sin embargo, acotó Cuéllar Cisneros, se debe tener muchísimo cuidado para evitar abusar de esa opción.
El placebo, refirió, tiene una larga polémica en la historia de la medicina. Es definido como un procedimiento terapéutico que es indicado deliberadamente para obtener un efecto inesperado sobre un paciente, síntoma, un síndrome o una enfermedad, pero que ocurre sin actividad específica para la condición tratada.
En la investigación médica, el placebo acostumbra al paciente a adherirse a determinado tratamiento o ensayo, a los que habitualmente se les añade un tratamiento de prueba, con la finalidad de enmascarar la experiencia.
“Sin embargo, se trata de una situación polémica puesto que un paciente es tratado únicamente con engaños para evaluar los efectos específicos de un nuevo tratamiento, aislándolos de los componentes del efecto global, lo que puede llegar a traducirse en dolor innecesario para pacientes con enfermedades crónico degenerativas o en fase terminal”, advirtió.