Es necesario ampliar la difusión de los avances científicos para que gobiernos y entidades regulatorias tomen en cuenta la medicina regenerativa como alternativa para la atención de padecimientos crónicos, en especial los que derivan en amputaciones o inmovilidad y, por ende, limitan las capacidades de las personas.
Así lo señaló el senador Marco Antonio Blásquez Salinas, al inaugurar el foro “Análisis temático y actualización regulatoria en materia de acceso de pacientes con enfermedades crónico-degenerativas a tratamientos seguros”.Apuntó que el Poder Legislativo asume la responsabilidad que le toca para preservar la vida humana y mejorar la calidad de vida de las personas. “Se debe aplicar el buen juicio del legislador y del regulador médico para abordar y aprobar tratamientos que no son convencionales, pero que muestran su eficiencia” en la atención de estas enfermedades, insistió.
Destacó que la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) ha indicado que para el 2050 la esperanza de vida en zonas de alto desarrollo científico llegará a los 100 años, con un margen de calidad gracias a la medicina regenerativa, “que estoy seguro en pocos meses entrará en México”.
Por su parte, la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) manifestó su respaldo a las iniciativas que se analizan en el Senado de la República para favorecer la innovación en medicamentos, a fin de ofrecer mayor y mejor calidad de vida a la población, en especial, a personas que padecen de enfermedades crónicas como diabetes, cáncer, y diversos tipos de reumatismo.
El director general adjunto de la Cofepris, Jorge Antonio Romero, manifestó el respaldo del gobierno a la innovación farmacéutica y a la competitividad industrial del sector, para garantizar el acceso a medicamentos con calidad, seguros y eficaces en favor de la población.
Consideró que el foro “abonará al enriquecimiento de las políticas en salud y, finalmente, el bienestar de los pacientes en México”, y recordó que el país registra progresos en la materia, como la firma de acuerdos de equivalencia con Estados Unidos, Canadá, Suiza y la Unión Europea.
La política farmacéutica del gobierno, sostuvo, ha permitido que México se posicione como líder de la materia en la región de Las Américas, lo que se refleja la reducción de precios de 61%, en promedio, en las sustancias activas que se han liberado desde 2011, en materia de genéricos.
El director de la División de Salud de la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex), Oscar David Hernández Carranza, lamentó que poblaciones de países que tienen una relación con México, como Estados Unidos y Japón, ya tengan acceso a estas nuevas terapias.
“Sin duda alguna el gobierno mexicano sabe que el uso de este tipo de productos generará un potencial de desarrollo en la salud y la economía. Es importante considerar el envejecimiento de la población en el curso de los próximos 30 años, por lo que se deben emprender esfuerzos para desarrollar la medicina regenerativa y, en consecuencia, elaborar el marco legislativo correspondiente”, apuntó.
Consideró indispensable poner en el centro de cualquier discusión a la persona, como ente rector de todas las estrategias en materia de salud, al tiempo de proponer que en la nueva norma legislativa se establezca la protección de los medicamentos biotecnológicos y su manufactura, así como candados relativos al consentimiento informado de los pacientes, así como en la fase de estudios clínicos.
Los especialistas coinciden en que las autoridades de Estado, la academia e industria deben trabajar de forma conjunta para lograr un adecuado control de la medicina regenerativa y garantizar que sean tratamientos inocuos para los pacientes.
Advierten que ante el aumento mundial del porcentaje de pacientes con enfermedades degenerativas, se prevé que para el año 2020 se habrán gastado 950 millones de dólares en su atención, cifras que pronto se sumarán en billones de dólares, por lo que los países deben actuar responsablemente.
Además hay ventajas derivadas de regular la medicina regenerativa: México podrá atraer a pacientes de Estados Unidos que actualmente se atienden en Panamá y en países de El Caribe.