Aprender a reconocer las señales naturales que el cuerpo envía cuando tienes hambre o cuando estás satisfecho, y responder apropiadamente, son habilidades que valen la pena practicar. Por lo que Susan Bowerman, Directora de Educación y Capacitación Mundial sobre la Nutrición, en Herbalife nos propone un sencillo ejercicio.
[media-credit id=558 align=»aligncenter» width=»219″][/media-credit]Aprender a escuchar a tu cuerpo es algo esencial que debe ser parte de tu vida, los mensajes que envía pueden ser percibidos a través de sensaciones y señales, que al ignorarlos pueden ocasionar problemas de salud ¡evítalos conociendo tu cuerpo! En cuestiones de alimentación, el mensaje es claro y fuerte: “tengo hambre” o “detente”, sin embargo esto es desatendido por las costumbres llevadas a lo largo de nuestra vida.
Seguir comiendo después de estar lleno, no parar de comer hasta dejar el plato limpio, comer en horarios fijos o comer con mucha frecuencia al día, son prácticas de muchas personas. Lo importante es saber cuándo realmente sientes hambre y cuándo dejar de comer al sentirse satisfecho.
El cuerpo envía señales claras e inconfundibles cuando necesita atención. Hay algunas alertas más fáciles de identificar, por ejemplo, tener la boca seca, sentir los párpados pesados o tener la vejiga llena. Y aunque estas señales pueden ser ignoradas por un momento, tarde o temprano te llevarán a tomar algo, a dormir o a ir al baño.
Si quieres aprender a escuchar a tu cuerpo, Susan Bowerman, nos indica que se puede pensar en el hambre o en la saciedad de la misma forma, como señales claras del cuerpo que es el momento de comer o dejar de comer, puede ayudarte a regular cuánto comes.
Para ser justos, no todas las personas sienten hambre de la misma manera, la mayoría de las personas sienten un ruido en el estómago, pero otras personas sufren de dolor de cabeza o se sienten mareados cuando el azúcar en la sangre baja demasiado entre comidas. Pero estas son señales claras que vienen del interior, tu cuerpo te está diciendo que necesita energía. Y cuando el estómago comienza a llenarse, impulsos nerviosos son enviados al cerebro, comunicando que estás satisfecho, en este momento, lo apropiado es dejar de comer.
Cuando tienes sed por lo general tomas algo, no en exceso, pero hasta que nuestro cuerpo nos indique que ya no tenemos sed. Pero cuando comes, ¿dejas de comer cuando ya no tienes hambre? o ¿dejas de comer porque ya no puedes comer más? o ¿dejas de comer porque tu plato está vacío, o porque te comiste hasta el último bocado del plato?
Trata de mantener un diario de alimentos por algunos días. Cada vez que comes, califica cuanta hambre tienes en la escala de 1 al 10 (1 significa que te sientes débil y con mucha hambre, y 10 significa que comiste demasiado, al punto de sentirte enfermo) tanto antes como después de comer. Lo ideal es comenzar a comer cuando sienten que el hambre alcanza el número 3 o 4, el estómago está gruñendo y sientes que estás listo para comer; y quieres detenerte cuando alcanzas el nivel 5 o 6, lo que significa que te sientes satisfecho.
Es increíble como este pequeño ejercicio puede ayudarte a conectarte con tu cuerpo. Cuando el cuerpo comienza a decirte que necesita energía, no ignores la señal. Si tu hábito usual es esperar hasta que sientas demasiada hambre (un 1 o 2 en la escala de hambre), seguramente vas a comer de más (llegando a un 9 o 10). Entrena al cuerpo para que comas solamente lo suficiente para sentirte cómodo, satisfecho y para calmar el hambre, no hasta que te sientas demasiado lleno.