Luego de permanecer 14 días intubada por COVID-19, para María Trinidad despertar fue un milagro gracias al personal médico y de enfermería que durante la etapa crítica de esta enfermedad se convirtieron en sus “ángeles”.
Constancia y manejo conjunto permitieron llevar a la paciente a una evolución exitosa
Para médicos del Hospital Santa Cecilia, operado en comodato por el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en Monterrey, Nuevo León; el caso de María Trinidad fue un verdadero desafío. No respondía favorablemente al tratamiento inicial con mascarilla de oxígeno, por lo que necesitó intubación.
Además, órganos como el riñón e hígado también se vieron afectados; lo que ponía en peligro la vida de la mujer de 35 años de edad.
El Coordinador Médico del turno matutino, doctor Edgar Adán Ramos Niño, informó que “a los 3 días de haber ingresado, la paciente desarrolló un cuadro de franco deterioro respiratorio que ameritó una intubación temprana y electiva”.
“Los días consecutivos fueron los más críticos, porque empezó a manifestar alteraciones a nivel renal y hepático. No lográbamos ver mejoría a pesar del manejo en parámetros máximos”, agregó.
Sin embargo, la constancia y el manejo conjunto del Equipo de Respuesta COVID permitieron llevar a la paciente a una evolución exitosa: “Pudimos extubarla y después mantenerla en forma satisfactoria”, externó el especialista de Medicina Interna.
Agradeció al personal médico y de enfermería
Al ser dada de alta, María Trinidad manifestó: “Recuerdo que llegué al hospital, pero no cómo entré. Hasta que desperté me di cuenta de que fui un caso difícil para los médicos”.
La paciente también agradeció las video llamadas que el personal le facilitó para que pudiera comunicarse con su esposo y sus hijas; con quienes por fin se reunirá.
“Gracias a Dios por habernos puesto en estos momentos a personas tan capaces como los doctores, las enfermeras, que siempre estuvieron al pendiente, ellos fueron unos ángeles para mí”, concluyó con emoción[.]