La diputada Lluvia Flores Sonduk, secretaria de la Comisión de Comunicaciones, señaló que el crecimiento de la telefonía móvil ha generado una preocupación latente, a nivel mundial, sobre los efectos a la salud que conlleva el uso de estos aparatos y las estaciones base que están cada vez más cercanas a los hogares.
Precisó que las estaciones base son instalaciones fijas que se interconectan con los teléfonos móviles mediante ondas electromagnéticas de radiofrecuencia y las personas en las cercanías tanto de los teléfonos como de las estaciones base, están sometidas constantemente a radiaciones electromagnéticas.A través de un punto de acuerdo, la legisladora destacó la importancia de que las personas conozcan con certeza si las emisiones de este tipo de radiación son un peligro para la salud, ya que es un tema poco explorado y la desinformación que existe es mucha.
Planteó exhortar a la Secretaría de Salud a realizar un análisis sobre los efectos a la salud que producen las ondas electromagnéticas producidas por las antenas de telefonía móvil, radio y televisión.
Explicó que la telefonía móvil opera bajo el principio de la red celular, la cual, en vez de utilizar un transmisor de gran potencia y amplia cobertura, subdivide ésta en áreas más pequeñas llamadas células, que tienen como elemento central a las estaciones base.
La legisladora refirió que, de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud, desde su introducción en la década de 1980 el crecimiento en el uso de los teléfonos móviles y sus estaciones base ha sido continuo y con una tasa de crecimiento cada vez mayor. Ejemplo de ello es China, que a pesar de tener una penetración relativamente baja, ya bordea los 150 millones de usuarios.
Flores Sonduk afirmó que el desconocimiento sobre el tema tiene como consecuencia que las personas se sientan atraídas sobre las ofertas de las compañías de telefonía celular, con una cantidad importante de dinero, a fin de poder colocar en los techos de sus hogares las estaciones base.
Por ello, dijo, resulta importante que las autoridades de salud de México se aboquen a realizar estudios e investigaciones que diluciden si este tipo de radiación tiene algún impacto en la salud de las personas.