Las rutinas diarias de belleza y la higiene personal son prácticas indispensables para mantener una piel saludable. Por ello es importante seleccionar aquellos productos e ingredientes que sean de la mejor calidad; y cuando éstos los podemos encontrar en la naturaleza nos brindarán beneficios extraordinarios.
Desde la antigüedad, el ser humano ha encontrado en la naturaleza un aliado importante para la salud, uso cosmético e incluso para rituales religiosos. Por ejemplo, Egipto se considera la cuna de la cosmetología porque utilizaban ingredientes como el carbón vegetal y el aceite mineral para resaltar las facciones, y como elementos de distinción.
Desde entonces y hasta nuestros días, muchas de estas prácticas aún se conservan en diferentes culturas, y gracias a la ciencia y a la tecnología se han descubierto un mayor número de contribuciones de la naturaleza para la salud y la belleza. Mauricio Valdés De Anda, Biólogo Botánico, investigador de la UNAM, platica acerca de las aportaciones de las flores, plantas y frutos para el cuidado personal.
Explica que gracias a la herbolaria, actualmente contamos con una infinidad de ingredientes que ayudan a vernos y sentirnos mejor. Los usos cosméticos que se han dado a los distintos compuestos herbales son muy diversos como astringentes, refrescantes, reafirmantes y desinflamantes, entre otros.
Experiencia refrescante
Conoce los atributos astringentes y antioxidantes de algunas de las plantas, flores y frutas más benéficas para la piel.
Astringentes
La papaya.Su pulpa puede aplicarse directamente en la piel. Ayuda a remover el exceso de grasa y células muertas del rostro, por la acción de su poderoso astringente llamado papaína.
La fresa. Tanto el fruto como sus hojas, pueden machacarse y aplicarse en el rostro para disolver el exceso de queratina que puede formar puntos negros y otras impurezas; además, es un aclarante natural para manchas provocadas por el sol o por la edad.
Antioxidantes
Té blanco. Potente antioxidante que ayuda a aumentar las defensas del organismo y neutraliza la actividad de los radicales libres que causan la oxidación de las células. Por sí sólo es más eficaz que la vitamina C y la vitamina E, juntas.
La uva. Ayuda a prevenir la aparición de arrugas y signos de envejecimiento prematuro.
La soya. De esta pequeña semilla se obtiene la más variada y económica fuente de proteína de todo el mundo.
La sábila. Conocida también como Aloe, es un excelente antioxidante que puede aplicarse en la piel y el cabello.
El biólogo Valdés De Anda, señala que existen productos en cuya fórmula se encuentran algunas de las sustancias más poderosas que ofrece la naturaleza para incrementar la belleza desde el interior: los extractos de las semillas de uva y de tomate, que contienen grandes cantidades de antioxidantes, los cuales detienen la acción nociva de los radicales libres y, al mismo tiempo, reparan el daño que éstos han causado en los tejidos.
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