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Aunque en los análisis clínicos rutinarios es común medir niveles de glucosa, colesterol o triglicéridos, pocas veces se solicita evaluar la vitamina D, un nutriente esencial para la salud ósea, la función muscular y el correcto desempeño del sistema inmunológico. Esta vitamina también tiene un rol importante en el corazón, pulmones y otros órganos vitales.
Los niveles adecuados de vitamina D deben oscilar entre 30 y 40 nanogramos por mililitro (ng/ml). Sin embargo, estudios indican que en México, cerca del 30 % de la población presenta deficiencia sin saberlo, lo que incrementa riesgos para la salud, especialmente en adultos mayores.

¿Por qué es importante mantener niveles adecuados de vitamina D?
Una de las principales funciones de la vitamina D es facilitar la absorción de calcio, mineral indispensable para mantener los huesos fuertes y prevenir enfermedades como la osteoporosis. En México, se estima que 10 millones de personas padecen osteoporosis, un trastorno que debilita el sistema esquelético y aumenta el riesgo de fracturas. Según el Instituto Nacional de Rehabilitación Luis Guillermo Ibarra Ibarra (INRLGII), cada tres segundos ocurre una fractura por fragilidad en el país, lo que eleva el riesgo de una segunda fractura hasta en un 86 %.
El Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) ha enfatizado la importancia de revisar los niveles de vitamina D, sobre todo en adultos mayores, quienes son más propensos a caídas y fracturas debido a la debilidad muscular relacionada con la deficiencia de este nutriente.
Consecuencias de la deficiencia de vitamina D
La falta de vitamina D no sólo afecta los huesos. También deteriora la función muscular y neuromuscular, elevando el riesgo de caídas en personas adultas mayores. Estudios recientes muestran que su deficiencia puede estar asociada con un mayor riesgo de desarrollar diabetes tipo 2, ciertos tipos de cáncer y deterioro cognitivo.
Para contrarrestar esta situación, especialistas recomiendan el uso de suplementos de vitamina D3 de 4,000 UI diarias, especialmente en adultos con niveles bajos detectados por estudios de laboratorio. La suplementación diaria ha demostrado ser más segura y eficaz que las dosis intermitentes altas.

¿Cómo obtener vitamina D de manera natural?
La vitamina D puede obtenerse a través de:
- Exposición solar (al menos 15 minutos diarios)
- Consumo de alimentos como pescados grasos, huevos y lácteos fortificados
- Suplementos de vitamina D3, preferiblemente bajo indicación médica
“El déficit de vitamina D provoca problemas musculares, fragilidad ósea y un sistema inmunológico debilitado. Especialmente en adultos mayores, mantener niveles óptimos de vitamina D3 es esencial para conservar fuerza muscular, prevenir fracturas y mejorar la movilidad y calidad de vida”, explicó Julián Vázquez, Gerente Nutricional Marketing de medix®.
Además, la vitamina D3 contribuye a la regulación del calcio y fósforo en el organismo, elementos necesarios para mantener la salud ósea y para fortalecer las defensas ante infecciones respiratorias, especialmente en épocas de cambios climáticos.

¿Quiénes deben vigilar sus niveles de vitamina D?
Las personas con mayor riesgo de deficiencia son:
- Adultos mayores
- Personas con baja exposición solar
- Pacientes con enfermedades crónicas (diabetes, insuficiencia renal, entre otras)
- Individuos con dietas restringidas o pobres en nutrientes
Los especialistas recomiendan realizar análisis sanguíneos periódicos para verificar los niveles de este nutriente y, si es necesario, iniciar suplementación adecuada.
La vitamina D no sólo es esencial para tener huesos fuertes, sino también para la función muscular y la protección contra múltiples enfermedades. Mantener niveles adecuados es una inversión en salud, movilidad e independencia, especialmente en la edad adulta.
Para más información sobre suplementación o análisis clínicos, plática con tu médico de confianza.