La compasión es una de las pocas cosas que podemos practicar que nos traerán la felicidad inmediata y a largo plazo a nuestras vidas.

[/media-credit] Práctica haciendo algo bueno para ayudar a aliviar el sufrimiento de los demás. Cuando seas buena en esto, lo puedes practicar diariamente, y durante todo el día.

La clave para desarrollar compasión en tu vida es hacer que sea una práctica cotidiana. Y en este artículo te decimos como hacerlo:

1. Hazlo un ritual de todos los días

Utiliza todas tus energías para desarrollarte, para expandir tu corazón a los demás, para alcanzar la iluminación en beneficio de todos los seres, siempre ten en mente buenos pensamientos hacia los demás, no te enojes o pienses mal de los demás, beneficia a los demás tanto como me sea posible.

Ten siempre en ti estas palabras y medítalas al despertar y antes de irte a dormir, todos lo días.

2. Práctica de la empatía.

El primer paso para llegar a la compasión es el desarrollo de la empatía por los demás seres humanos.

Casi siempre creemos que tenemos empatía, y esto es verdad en cierto punto. Pero muchas veces nos enfocamos solo en nosotros mismos y dejamos que nuestro sentido de la empatía se esfume.

Pon a prueba este ejercicio: Imagina que un ser querido está sufriendo. Algo terrible le ha pasado a él o ella. Ahora trata de imaginar el dolor que están pasando. Imagina el sufrimiento con el mayor detalle posible.

Después de hacer esta práctica durante un par de semanas, debes tratar de imaginar el sufrimiento de otras personas que conozcas no sólo los que están cerca de ti.

3. Reconoce el parecido con con los demás

En vez de reconocer las diferencias que existen entre tú y otros, trata de reconocer lo que tienen en común.

Existe un ejercicio de cinco pasos que puedes practicar cuando estés con amigos.

Con la atención dirigida a la otra persona, se dice (para uno mismo):

Paso 1: “Al igual que yo, esta persona está buscando la felicidad en su la vida.”
Paso 2: “Al igual que yo, esta persona está tratando de evitar el sufrimiento en su / la vida.”
Paso 3: “Al igual que yo, esta persona ha conocido la tristeza, la soledad y la desesperación.”
Paso 4: “Al igual que yo, esta persona está tratando de llenar su/ sus necesidades”.
Paso 5: “Al igual que yo, esta persona está aprendiendo sobre la vida.”

4. Práctica del alivio del sufrimiento

Una vez que logras empatizar con otra persona y comprender su humanidad y su sufrimiento, el siguiente paso es querer que esa persona se libere del sufrimiento.

Prueba este ejercicio:

• Imagina el sufrimiento de un ser humano que has conocido recientemente.
• Ahora imagina que tú eres el que atraviesa su sufrimiento.
• Reflexiona sobre lo mucho que te gustaría que el sufrimiento termine.
• Reflexiona sobre lo feliz que serías si otro ser humano te deseara que tu sufrimiento termine, y actúa en consecuencia.
• Abre tu corazón a ese ser humano y si siente verdaderamente un poco en cómo te gustaría poner fin a su sufrimiento, reflexiona sobre esa sensación. Esa es la sensación que se quiere desarrollar.

Con la práctica constante, esa sensación puede ser cultivada y alimentada.

5. Ley de la práctica amabilidad

• Imagina de nuevo el sufrimiento de alguien que acabas de conocer.
• Imaginemos de nuevo que eres esa persona, y estás pasando por ese sufrimiento.
• Imagina en que podrías hacer para ayudar a aliviar el sufrimiento, a que termine por completo.

Una vez que llegues bien a esta etapa, la práctica de hacer algo pequeño cada día para ayudar a poner fin al sufrimiento de los demás, incluso puede hacerse en una medida pequeña, con una sonrisa o una palabra amable, o hacer un mandado o una tarea, o simplemente hablando de un problema con otra persona.

Práctica haciendo algo bueno para ayudar a aliviar el sufrimiento de los demás. Cuando seas buena en esto, lo puedes practicar diariamente, y durante todo el día.

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