De acuerdo con reportes mundiales, del 10% al 20% de la población padece del síndrome de ojo seco, lo que representa aproximadamente 30% de las consultas de Oftalmología. En Estados Unidos se estima que más de 7 millones de personas mayores de 40 años y en China 31.4%, padecen de ojo seco a partir de los 5 hasta los 89 años de edad. En el caso de México y según el grupo de estudio GEESO realizado a 3,445 pacientes, 57% de ellos, presentó ojo seco.
“El síndrome de ojo seco es un problema multifactorial, frecuente y de por vida que se clasifica en leve, moderado y/o severo, que afecta a la lágrima y a la superficie ocular, provocando síntomas de incomodidad o molestia, enrojecimiento, sensación de cansancio y de tener un cuerpo extraño, ardor o picazón, así como alteración en la agudeza visual e inestabilidad de la película lagrimal con daño potencial al ojo”, señaló el Dr. Francisco Beltrán ex Presidente de la Sociedad Mexicana de Oftalmología.
El especialista comentó que el carácter crónico de esta enfermedad, disminuye la calidad de vida de los pacientes y supone un gran impacto económico directo. Estos costo se encuentra relacionado con visitas médicas, medicamentos y terapias complementarias, y los indirectos como disminución de tiempo de trabajo, productividad y calidad de vida.Algunos componentes que producen daño a la película lagrimal provienen de ciertas enfermedades, particularmente de la piel, reumatología o del sistema nervioso, así como de varios medicamentos como los beta bloqueadores que pueden influir en la cantidad y calidad de la película lagrimal. Los más frecuentes son aquellos relacionados con malas condiciones medio ambientales, como estar en contacto por tiempo prolongado en lugares cerrados, con sistemas de calefacción y aire acondicionado, gases de escape, ozono o humo.
La exposición prolongada a múltiples pantallas provoca también que se parpadeé menos, lo que conlleva a una distribución disminuida de la película lagrimal en la superficie del ojo. El promedio de parpadeos por minuto es de 17 y baja a alrededor de 12 mientras se está frente a una computadora, cuando por el contrario, por su luz y su configuración, deberíamos hacerlo hasta 26 veces por minuto. 70% de los usuarios de computadoras que pasan más de 6 horas frente a ellas, tienen complicaciones oculares.
Por su parte, los portadores de lentes de contacto a menudo padecen de ojo seco porque éstos les impiden el flujo y la distribución del líquido lagrimal en su superficie. Asimismo, alrededor de 40% de las personas que utilizan lentes y usa computadoras, pueden padecer de ojo seco, mientras aquellos que no los usan, representan el 23%.
“Además de modificar ciertas condiciones ambientales y estilo de vida, la principal recomendación para el tratamiento del ojo seco y lograr una mejoría sintomática sin añadir irritación ni inhibir la producción de los componentes naturales, es el uso de lágrimas artificiales que no contengan conservadores ni fosfatos, lo que evita posibles complicaciones como la formación de calcificaciones en la córnea«.
Entre algunos de los factores de riesgo que mencionó, se encuentran:
- hormonales
- raza
- sexo femenino
- rosácea
- uso de lentes de contacto
- cirugía ocular
- factores medioambientales
- fumar cigarrillos
- exposiciones al humo
- alimentación
- enfermedades autoinmunes
- medicamentos tópicos y sistémicos
- tratamientos con quimioterapia dermatológicos (acné) y radioterapia
Para concluir su presentación, subrayó que «el ojo seco es una entidad difícil de diagnosticar. Por tanto la acuciosidad del explorador; la historia clínica (interrogatorio dirigido); el uso de cuestionarios de síntomas; el conjunto de pruebas para el diagnóstico. Son sin duda la herramienta indispensable para establecer el diagnóstico«.
La presentación se realizó en el marco de la introducción de la línea de lágrimas artificiales Hylo Eye Care para el tratamiento del síndrome de ojo seco que será manejada en México por Alpha Soluciones Farmacéuticas[.]