Del millón de pacientes con esquizofrenia en México, se estima que 74% abandona el tratamiento o no llevan una terapia adecuada. Se sabe que estos pacientes abandonan el tratamiento a 18 meses de haberlo iniciado.
La esquizofrenia se considera entre las enfermedades mentales más difíciles de controlar, debido en primer lugar, a las experiencias que vive el paciente como producto de las distorsiones reales e irreales que escucha y ve como consecuencia del mismo padecimiento, pero también por la falta de apego a los tratamientos.
El Dr. Alejandro Díaz Anzaldúa, médico internista del Instituto Nacional de Psiquiatría, consideró que al día de hoy hay terapias apropiadas para que estos pacientes lleven una vida normal, independiente y satisfactoria.
Habló de un estudio realizado por el Instituto Nacional de Salud Mental de Estados Unidos, donde se comprueba que a 18 meses de haber iniciado un tratamiento, los pacientes lo abandonan debido a la falta de eficacia, intolerancia a efectos adversos y por otras decisiones del paciente.
Entre los efectos adversos, destaca la intolerancia porque los medicamentos utilizados se excretan a través del hígado, lo que provoca elevados índices de colesterol como obesidad, pero también a malestares como exceso de sedación y somnolencia.
“A estos síntomas los conocemos como extrapiramidales, que consisten en rigidez muscular, temblores tipo Parkinson, flujo exagerado de saliva, incapacidad para mantenerse quieto que se acompaña de la sensación de intranquilidad a nivel corporal, así como movimientos anormales repetitivos e incontrolables”, indicó.
El estudio referido se llevó a cabo para comparar otro medicamento que no mostró estos sucesos adversos, fármaco en base a Paliperidona, “que es un antipsicótico atípico que proporciona el poder de menores sacrificios de tolerabilidad y seguridad, con lo cual disminuyen los efectos adversos”, dijo.
“La expectativa de vida de un paciente con esquizofrenia se reducen en 10 años, debido a sus problemas metabólicos, los malos hábitos, y a que con las terapias actuales se asocian incrementos de colesterol, glucosa y aumento de peso, todos factores que incrementan la posibilidad de desarrollar diabetes y enfermedades cardiovasculares, pero también estos pacientes tienen el problema de que se pueden suicidar”.
Los nuevos medicamentos cuentan con la posibilidad de que se excreten a través del riñón y no del hígado, lo que reduce las posibilidades de incrementar el colesterol.