¿Conoces qué ocasiona el vértigo?. La experiencia del vértigo puede ser muy desconcertante y en especial la primera vez que ocurre. Un evento de vértigo, aunque no sea una emergencia médica, amerita acudir al médico cuanto antes para evaluarlo, porque es importante descubrir la causa subyacente a fin de tratarla adecuadamente.
El vértigo es una sensación de movimiento rotatorio del propio cuerpo o del entorno que nos rodea, cuando en realidad nada gira. Algunas personas confunden el vértigo con el mareo, aunque sean diferentes. El mareo suele ser una sensación de desvanecimiento, turbación breve del sentido por alguna indisposición o una pérdida del equilibrio que desestabiliza a la persona, que normalmente no implica la sensación de movimiento personal o del entorno.La Dr. Neil Shepard, Audiología de Mayo Clinic en Rochester, Minnesota, comenta que “varios trastornos pueden provocar vértigo, pero el más común es una afección llamada vértigo postural paroxístico benigno o por sus siglas VPPB. Si bien, aumenta el riesgo de volver a presentar vértigo después de experimentarlo una vez, muchos casos pueden tratarse con éxito“.
En muchos adultos, la causa subyacente del problema es el vértigo postural paroxístico benigno, que se presenta ante determinados movimientos; sentarse, voltear la cabeza o recostarse, por ejemplo, pueden provocar vértigo en quien padece VPPB.
La Dra. Shepard explica que “El VPPB es resultado del desplazamiento de unos cristales diminutos que hay dentro del oído interno. Esos cristales nos hacen sensibles a la gravedad y nos permiten mantener el equilibrio. Por lo general, los cristales se mantienen en su puesto gracias a una membrana gelatinosa que tiene el oído; pero cuando éste sufre algún daño, por lo general a consecuencia de un golpe en la cabeza, los cristales pueden desplazarse hacia otra parte del oído. Una vez fuera de su lugar, los cristales vuelven a la persona sensible a movimientos y cambios de postura que normalmente no le afectarían, desencadenando así el vértigo. En ocasiones y en especial en las personas mayores, no es posible determinar la causa específica del VPPB”.
Con el objetivo de diagnosticar el vértigo postural paroxístico benigno, los médicos utilizan una técnica llamada “maniobra de Dix-Hallpike”, en la que se coloca a la persona en la posición que normalmente inicia el vértigo y cuando los síntomas empiezan, el médico revisa si vienen acompañados de cierto tipo de movimientos oculares involuntarios. Si ese es el caso, entonces se confirma el diagnóstico de VPPB. Cuando la maniobra no muestra resultados claros, pero hay antecedentes de vértigo y los síntomas aparecen y desaparecen, se puede recurrir a otros exámenes para detectar la presencia de movimientos oculares involuntarios o analizar la capacidad de la persona para mantener el equilibrio. Además, es posible que también sea necesario fisioterapia y otros exámenes de diagnóstico.
La Dra. Shepard comenta que “El tratamiento del vértigo postural paroxístico benigno implica recibir guía médica para que lentamente y a través de una serie de movimientos específicos de la cabeza, se reubiquen los cristales del oídio interno en un lugar donde ya no provoquen vértigo. En la mayoría de personas, el VPPB desaparece después de un solo tratamiento de reubicación de los cristales; sin embargo, en alrededor del 50% de quienes tuvieron un tratamiento exitoso del vértigo postural paroxístico benigno, éste reaparece dentro del transcurso de un año”.
Es posible que el médico le enseñe cómo realizar el procedimiento de reubicación de los cristales para que pueda hacerlo en casa. Sin embargo, si el problema no se resuelve después de intentar el tratamiento de reubicación durante un par de días, es probable que la persona requiera tratamientos de seguimiento.
Aparte del vértigo postural paroxístico benigno, otras enfermedades que pueden ocasionar vértigo es la neuritis vestibular y la laberintitis. Ambas involucran algún daño en el oído interno, por lo general como resultado de una infección. La enfermedad de Ménière que es un trastorno raro del oído interno cuya causa subyacente no se entiende claramente, también puede derivar en vértigo. Todos estos trastornos pueden ser más difíciles de tratar que el VPPB, pero en muchos casos, el vértigo que producen puede controlarse de forma eficaz para que no interfiera con las actividades cotidianas.