«Con niveles crecientes de obesidad y estilos de vida sedentarios, promover la actividad física es más crucial ahora que nunca«, dijo el profesor Antonio Pelliccia, presidente del Grupo de Trabajo sobre directrices y jefe de cardiología del Instituto de Medicina y Ciencia del Deporte, Roma, Italia. «El ejercicio regular no solo previene las enfermedades cardíacas, sino que también reduce la muerte prematura en personas con una enfermedad cardíaca ya establecida«.
La Sociedad Europea de Cardiología (ESC, European Society of Cardiology) publica sus recomendaciones sobre deporte y actividad física en todo tipo de cardiopatías [1] en el European Heart Journal, y en el sitio web de la ESC.
«La posibilidad de que el ejercicio desencadene un paro cardíaco o un ataque cardíaco es extremadamente baja«, menciona el profesor Sanjay Sharma, presidente del Grupo de Trabajo sobre directrices y profesor de cardiología deportiva y enfermedades cardíacas hereditarias en St. George’s, Universidad de Londres, Reino Unido. «Las personas que están completamente inactivas y las que tienen una enfermedad cardíaca avanzada deben consultar a su médico antes de comenzar a hacer deporte«.
El documento informa respecto al ejercicio de ocio y los deportes competitivos para personas con enfermedades cardíacas y afecciones que aumentan el riesgo de enfermedades cardíacas como la obesidad y la diabetes. También se dan consejos sobre el ejercicio durante el embarazo o en entornos especiales como a una gran altura, en aguas profundas, en zonas contaminadas y a temperaturas extremas. El documento establece que es poco probable que los humos del tráfico reduzcan los beneficios de la actividad física para la salud del corazón.
Al igual que los adultos sanos de todas las edades, las personas con enfermedades cardíacas deben hacer ejercicio la mayoría de los días, con un total de al menos 150 minutos por semana de ejercicio de intensidad moderada. Por intensidad moderada se debe entender que significa aumentar la frecuencia cardíaca y la frecuencia respiratoria, pero aún así poder mantener una conversación.
Para las personas obesas o que tienen presión arterial alta o diabetes, las pautas recomiendan ejercicio para fortalecer la fuerza (por ejemplo, levantar pesas ligera) al menos 3 veces por semana y realizar ejercicio aeróbico moderado o vigoroso, como andar en bicicleta, correr o nadar.
La enfermedad de las arterias coronarias es el tipo más común de enfermedad cardíaca y es causada por la acumulación de depósitos de grasa en las paredes internas de las arterias. Si las arterias se bloquean por completo, esto puede provocar un ataque cardíaco. La mayoría de las personas con enfermedad de las arterias coronarias pueden practicar deportes de competencia o de aficionados.
«Las personas con enfermedad de las arterias coronarias de larga duración que deseen hacer ejercicio por primera vez deben consultar primero a su médico«, comenta el profesor Pelliccia. «El objetivo es adaptar la intensidad de la actividad de acuerdo con el riesgo individual de causar un evento agudo como un ataque cardíaco«.
Se recomienda la actividad física regular y moderada para prevenir el trastorno del ritmo cardíaco más común, llamado fibrilación auricular. Las personas con fibrilación auricular que toman anticoagulantes para prevenir un accidente cerebrovascular deben evitar los deportes de contacto debido al riesgo de hemorragia.
Las personas con marcapasos no deben desanimarse de practicar deportes (excepto deportes de contacto) debido al dispositivo. Sin embargo, deben adaptar su elección de acuerdo con la enfermedad subyacente.
El profesor Pelliccia señaló que cualquier persona que experimente dolor en el pecho durante más de 15 minutos debe llamar a una ambulancia y agrega «si encuentra que el ejercicio le provoca palpitaciones o dificultad para respirar inusual o malestar en el pecho, reduzca su actividad y programe una cita para ver a su profesional de la salud«.
«La actividad física es buena para todas las personas con enfermedades cardíacas e incluso sesiones de poco tiempo son beneficiosas. Esperamos que estas pautas ayuden a los pacientes y sus profesionales de la salud a elegir las mejores y más agradables actividades para ellos«, afirma el profesor Sharma[.]