Prevención y tratamiento
Del 80 al 90% de la población adolescente puede padecerlo, sin embargo, si no es tratado oportunamente, puede prolongarse hasta la edad adulta. “Lo habitual es que se presente entre los 10 y 12 años, y desaparezca entre los 26 y 28, aunque entre un 7 y 14% de los adultos lo siguen teniendo”, comenta el Dr. Rodrigo Gutiérrez Bravo, miembro certificado de la Fundación Mexicana para la Dermatología y Director Médico de Pielclinic.
¿Qué factores lo originan?
-Genéticos. Si nuestros padres o abuelos lo padecieron, es probable que nosotros también.
-Hormonales. Estas sustancias que producen muchos cambios en nuestro cuerpo, también son responsables de la producción de grasa; a veces contribuyen a que los poros se tapen, y se presenten los brotes de barros y espinillas.
-Propionibacterium acnes. Esta bacteria vive en la grasa y la hace más irritante.
“Lo ideal sería no esperar a que se convierta en un problema severo; debemos atendernos ante los primeros síntomas como piel grasosa, brillante, con espinillas o barros”, asevera la Dra. Rosa María Ponce, jefa del servicio de Dermatología del Hospital General de México.
Tratamiento
Se utilizan exfoliantes, sustancias astringentes, dermolimpiadores que no contengan jabón, que limpien la piel sin resecarla, y que la ayuden a mantener el pH 5.5. Dependiendo de la gravedad y causa, se utilizan también antibióticos y medicamentos que controlan la producción de grasa. Se recomienda que un ginecólogo ayude en el tratamiento y evaluación de esta afección en caso de que tenga orígenes hormonales.
Prevención
“Algunas personas que son sensibles a la vitamina B12, pueden presentar brotes cuando las ingieren. Ésta puede encontrarse en la leche, cereales y alimentos que muestren en el empaque la leyenda ‘vitaminado’. En las mujeres, se recomienda no usar maquillajes espesos que tapen los poros”, dice la Dra. Ponce.
“Y aunque la alimentación no tiene relación directa con el desarrollo del acné, se ha visto que los productos con alto índice glicémico, como la carne de cerdo, de cordero, pizza, barras de cereal, entre otros, pueden llegar a generarlo”, explica la especialista.
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