La psiquiatría vivió una impresionante revolución en la década de 1990 al 2000, “fue la década del diagnóstico y surgió una nueva concepción de las enfermedades mentales, se dio fin al paquete que llamaban locura”, afirma la psiquiatra Pilar López Salgado*.
“En esa locura había muchas cosas: trastorno mental y del comportamiento por algún tumor cerebral, retraso mental, brote psicótico, esquizofrenia, bipolar, un trastorno psicótico por drogas o trastorno psiquiátrico ocasionado por alguna neuroinfección como la meningitis”, dice.
“Hoy sabemos que hay trastornos metabólicos que ocasionan alteraciones mentales, como los electrolitos hépicos en los ancianos, o los pacientes renales que pasan a periodos de uremia, o simplemente el hecho del aumento o la baja de glucosa, ocasiona cambios psicológicos. Un diabético que de pronto sufre exceso de medicamento puede producir una hipoglucemia con cofusión y presenta trastornos de comportamiento”.
Esto es “porque el cerebro es el resultado del equilibrio de nuestro organismo y también la mente, que es la forma como el cerebro se expresa, o sea: el cerebro es la estructura y la mente es el funcionamiento del pensamiento”.
–¿Hay enfermedades mentales con una predisposición genética?
“Si las hay, en el trastorno bipolar o en el trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH), por ejemplo”.
En un bipolar “hay dos polos, manía y depresión, se pueden presentar los dos o uno solo. La depresión recurrente vendría a ser un trastorno monopolar. Si preguntamos al paciente si hay algún antecedente heredo-familiar, casi siempre hay alguien que si no tuvo el diagnóstico, tenía una vida muy tormentosa. O fue adicto y acabo muerto por alcoholismo o fumaba demasiado y se peleaba con todo mundo.
“El deprimido dura más de dos semanas con bajo estado de ánimo, muy triste, incapaz de experimentrar consuelo y en ocasiones sin tener pensamientos depresivos, siente trastornos físicos, porque la depresión es una enfermedad con caracaterísticas físicas”.
Por su parte, “la manía son exaltaciones megalomaniacas, de pensamientos rápidos a los que se les llama taquipsiquia. Hablan rápido, agitado, se les va el sueño, que es el primer marcador bipolar, el insomnio, hablan de empresas y negocios fantásticos, se acaban la tarjeta de crédito, no hay freno en sus actos”.
* Dra. Pilar López Salgado, Instituto de Salud Mental, Av. Revolución 1043, Col Mixcoac. Tels. 3095 1542 y 5563 8313.