Las vacunas son por muchas razones una de las mejores medidas preventivas que ayudan a prevenir enfermedades en niños, adolescentes y adultos; pero persisten ideas y mitos respecto a su uso. Te presentamos cinco razones para aplicarte, reforzar y mantenerte vacunado durante toda la vida.
Aunque desde hace más de 100 años, científicos investigan y producen vacunas que ayudan a prevenir enfermedades en niños, adolescentes y adultos; seguimos encontrando que uno de los mitos que subsiste es que las vacunas son exclusivas para los pequeños, idea falsa.
El Dr. Raúl Romero Cabello, Ex Presidente de la Asociación Mexicana de Vacunología (AMV) nos comparte que actualmente la primera vacuna se debe suministrar al nacimiento y la última en la senectud, esto es, durante toda nuestra vida nos debemos aplicar diferentes vacunas, ya que la vacunación es la mejor estrategia para prevenir enfermedades y evitar fallecimientos.
Agrega que «analizando la encuesta Conocimiento y hábitos sobre vacunación en adultos, realizada por la Asociación Mexicana de Vacunología (AMV) y MSD en México, resulta que además del mito mencionado, existen varias creencias para no utilizar las vacunas como medida preventiva, las coloco en orden de importancia:- Por la idea de no necesitarlas.
- Porque el doctor no se las ha prescrito.
- Por desconocimiento del esquema de vacunación para adultos.
- Por la reacción adversa que podría provocar la vacuna.»
La encuesta se llevó a cabo en septiembre 2014 un tamaño total de las muestras de 588 entrevistados, ubicados en:
- Ciudad de México, 202
- Guadalajara, 103
- Monterrey, 106
- Puebla, 76
- Toluca, 51
- Veracruz, 50
Las cifras se han ponderado y son representativas de todos los adultos (mayores de 50 años.
Considerando que la percepción sobre las vacunas es errónea, el Dr. Raúl Romero Cabello (Número de Cédula: 0474324, LICENCIATURA COMO MÉDICO CIRUJANO) [2] destaca 5 razones importantes por las que los adultos debemos vacunarnos:
- Las vacunas aplicadas en la infancia no son para toda la vida. Se piensa que las vacunas que se pusieron de niños nos protegerán para el resto de nuestros días pero la inmunidad disminuye con el tiempo y, además, con el paso de los años las personas se vuelven más susceptibles a muchas enfermedades como la gripe, neumonía, herpes zoster, entre otras.
- La llegada de nuevas vacunas. Hay vacunas que no existían cuando muchos adultos fuimos niños, nuevas vacuna que se han desarrollado para la prevención de enfermedades que hasta hace poco eran consideradas no prevenibles mediante vacunas como el cáncer cervicouterino y herpes zóster; se han mejorado vacunas contra enfermedades que hoy consideramos poco frecuentes, como la tosferina, el sarampión o las paperas; y se están desarrollando muchas otras vacunas que en el futuro tendremos la oportunidad de utilizar para prevenir enfermedades infecciosas.
- Existen enfermedades graves que aún son comunes en el mundo. Cada año miles de adultos sufren problemas graves de salud, algunas personas son hospitalizadas incluso algunas mueren de padecimientos que son prevenibles por vacunación. Tenemos que tener presente que los adultos pueden estar en riesgo de estas enfermedades debido a su condiciones de trabajo, estilo de vida, de viaje, o simplemente de salud.
- Por inmunidad comunitaria. Cuando la mayor parte de una comunidad está vacunada contra una enfermedad contagiosa, es menos probable que pueda haber un brote o epidemia ya que la gran mayoría de las personas están protegidas. Incluso aquellos que no pueden recibir determinadas vacunas -como embarazadas o personas inmunosuprimidas- están protegidas, ya que una persona con una enfermedad contagiosa no podría propagar la enfermedad en una comunidad protegida por la vacunación.
- Cuestión de ahorro. La falta de prevención trae consigo, además del deterioro de la salud y de la calidad de vida por las enfermedades infecciosas; el pago de medicamentos y honorarios de médicos, las ausencias laborales o escolares (en el caso de la gripe, se estiman 4.5 días en la recuperación de la persona enferma), así como el cuidado del enfermo; estos factores se ven reflejados en la economía familiar, comunitaria y del país. Estar vacunado es la mejor protección contra muchas enfermedades graves y el mejor aliado para la economía.
Como ejemplo de costo-beneficio de las vacunas, podemos subrayar que son una de las inversiones en salud más exitosas de la historia. Tan sólo, la erradicación mundial de la viruela, costó US$100 millones a lo largo de 10 años hasta 1977, lo que permitió ahorrar US$ 1,300 millones al año, sólo en costos de tratamiento y prevención [1].
En México seguimos impulsando el compromiso de incrementar el acceso a las vacunas a través de políticas de largo alcance, y de programas y alianzas que permitan reducir la brecha de accesibilidad y disponibilidad de vacunas. No debemos olvidar que nuestro país se comprometió en el Plan de acción global de las vacunas de la Organización Mundial de la Salud (OMS) a que todos los mexicanos contarán con 25 vacunas al término del 2021, explicó el Dr. Raúl Romero Cabello (Número de Cédula: 0474324, LICENCIATURA COMO MÉDICO CIRUJANO) [2].
Sitios de interés
- Asociación Mexicana de Vacunología http://www.amv.org.mx/
Referencias
- GAVI Alliance. Valor de la vacunación. Disponible en: http://www.gavialliance.org/about/value/ Consultado el 25 de marzo de 2015.
- Registro Nacional de Profesionistas. consultado el 13 de mayo de 2015. http://www.cedulaprofesional.sep.gob.mx/cedula/indexAvanzada.action