No es cuento. Llegar a la menopausia con el colesterol alto, puede ser mortal. En esta etapa, las hormonas sexuales empiezan a disminuir por lo que hay cambios en el cuerpo femenino. La grasa se va hacia las caderas y al abdomen y el peso corporal aumenta. Con ello se presentan una serie de complicaciones como hipertensión, aumento del colesterol, diabetes, entre otros padecimientos.
Para conocer las implicaciones del colesterol elevado en la mujer en esta etapa, el Dr. José Alejandro Chávez Fernández, cardiólogo del Servicio de Cardiología del Hospital de México, comenta que “el colesterol es una grasa importante para la vida, porque sintetiza todas las hormonas y las células del cuerpo. Pero cuando se eleva a niveles altos, se deposita en las arterias, haciendo que pierdan su elasticidad. Esto puede ocasionar infartos al miocardio, accidentes cerebrovasculares y gangrenas en las piernas.”
La menopausia disminuye la producción de hormonas –que son las protectoras femeninas en contra del colesterol–, por lo que si las mujeres maduras no tienen un buen manejo de las grasas que consumen, podrían ser proclives a dichos padecimientos.
El especialista revela que en los últimos diez años las muertes por infarto al miocardio en las mujeres mexicanas mayores de 50 años de edad, rebasan las causadas por el cáncer cérvicouterino y de mama.
No es un problema aislado el que las mujeres maduras enfrenten estos problemas cardiacos a causa del colesterol. El Dr. Chávez Fernández señala que por lo menos el 65% de la población mexicana tiene el colesterol y los triglicéridos altos (un tipo de colesterol formado a partir de una ingesta abundante de carbohidratos: pan, tortilla, refrescos).
“Desde los años 80, las enfermedades del corazón son la causa de muerte número uno en México y desde hace 20 años los mexicanos estamos ingiriendo más carbohidratos, por lo que la población se ha hecho más obesa. Mundialmente tenemos el segundo lugar en obesidad”, puntualiza el especialista.
A partir de los 18 años de edad, es recomendable practicarnos cada cinco años un examen de colesterol y, a partir de los 30, una vez al año.