“Acepta el reto. Terminemos con el sida” es el lema de la campaña de este 2016 de la Organización Panamericana de la Salud (OPS) para el Día Mundial de la Lucha contra el Sida que se celebra este 1 de diciembre, que convoca a los gobiernos y a toda la sociedad a intensificar 9 medidas para poner fin a la epidemia para 2030.
Suministrar y promover el uso de preservativos y lubricantes, ofrecer la prueba de VIH en los espacios que frecuentan las poblaciones clave, así como ampliar el acceso a las profilaxis pre-exposición (PrEP) y post-exposición (PEP) son algunas de las principales medidas que conforman la estrategia de prevención combinada y que, de reforzarse, podrían terminar con el sida como problema de salud pública en 15 años.
Las otras medidas incluyen realizar pruebas y tratar a todas las embarazadas positivas y sus recién nacidos para eliminar la transmisión del virus de madre a hijo, brindar tratamiento para todos los que lo necesitan, poner fin al estigma y la discriminación, ofrecer las pruebas y tratamiento para otras infecciones de transmisión sexual e incrementar el financiamiento.
“El VIH sigue siendo una amenaza para la salud mundial y requiere una respuesta regional y global estratégica”, afirmó Carissa F. Etienne, Directora de la OPS. “Debemos intensificar los esfuerzos en prevención combinada, detección temprana y acceso a tratamiento, ejes fundamentales para detener la transmisión del virus en los próximos años”, señaló.
2 millones de personas viven con VIH en América Latina y el Caribe. Cada año, 100 mil personas adquieren el virus y 50 mil pierden la vida por causas relacionadas con el sida. Entre 2000 y 2015, las nuevas infecciones se redujeron un 25% y las muertes un 23%. Sin embargo, en los últimos 5 años, se registró un leve incremento de casos (0.7%), en particular, entre los hombres.
Acelerar la respuesta al VIH/sida en las Américas tiene la meta ambiciosa de reducir en un 74% los casos nuevos de VIH para 2020 y disminuir en un 62% las muertes relacionadas con sida en la región, lo que allanaría el camino para el fin de la epidemia en 2030. La OPS y sus países miembros acordaron este año un nuevo plan para avanzar en ese camino.
“Hoy, contamos con más herramientas para prevenir las nuevas infecciones, diagnosticar a todos los que viven con el virus y no lo saben, y tratar a todos lo más pronto posible para preservar su salud”, sostuvo Marcos Espinal, director del Departamento de Enfermedades Transmisibles y Análisis de la Salud de la OPS. “La acción acelerada de estas y otras medidas puede llevar a la epidemia al nivel más bajo que se pueda alcanzar”.
Las 9 medidas que pueden ayudar a poner el fin al sida para el 2030 son:
- Suministrar y promover el uso de preservativos. Los condones masculinos y femeninos, y los lubricantes, son una de las opciones de prevención del VIH disponibles, accesibles y más efectivas.
- Ofrecer la prueba de VIH. 1 de cada 4 personas con VIH en América Latina y el Caribe no sabe que está infectada. Resulta fundamental ofrecer la prueba en los servicios de salud, pero también en los espacios que frecuentan las poblaciones clave para favorecer el diagnóstico temprano.
- Ofrecer pruebas y tratamiento para otras infecciones de transmisión sexual. Clamidia, gonorrea y sífilis están asociadas al VIH y afectan cada año a unas 36 millones de personas en las Américas. Se recomiendan esfuerzos de prevención conjuntos para todas las ITS y reducir su prevalencia e impacto.
- Ofrecer profilaxis pre-exposición (PrEP). La OMS recomienda que se ofrezca la PrEP (el uso de antirretrovirales como prevención) a las personas en riesgo sustancial de infección por VIH como una opción de prevención adicional.
- Ofrecer profilaxis post-exposición (PEP). Hasta 72 horas después de una exposición al VIH, la PEP (toma de antirretrovirales por 28 días) puede reducir el riesgo de infección en al menos el 80%.
- Eliminar la transmisión de madre a hijo. Las nuevas infecciones en niños se han reducido de 11 mil 2.100 entre 2000 y 2015 en América Latina y el Caribe. Ofrecer la prueba a las embarazadas, tratar a las positivas y a su bebé es clave para reducir del 8% actual al 2% o menos el porcentaje de niños de madres positivas que nacen con el virus para 2030.
- Brindar tratamiento para todos. El 55% de las personas con VIH está bajo tratamiento antirretroviral en las Américas. La OMS recomienda brindar tratamiento antirretroviral lo más tempranamente posible a todas las personas con VIH. La meta para 2030 es alcanzar al 95%. Tomar correctamente los medicamentos permite llevar una vida sana y reduce el riesgo de transmisión.
- Poner fin al estigma y la discriminación. Muchas de las personas más vulnerables al VIH sufren estigma y discriminación, y enfrentan barreras de acceso a los servicios de salud, a información clave, a la prueba de detección, los métodos de prevención y al tratamiento. Las personas con VIH también son víctimas de estigma y discriminación.
- Incrementar el financiamiento. Un mundo sin sida requerirá más financiamiento, así como programas y servicios más eficientes y mejor enfocados.