Si te diagnosticaron gota, puedes modificar tu estilo de vida para ayudar a disminuir el riesgo de sufrir futuros ataques, comenta el Dr. Tim Bongartz, reumatólogo de Mayo Clinic en Rochester, E.U.
La gota es un tipo de artritis que se presenta cuando unas partículas afiladas, llamadas cristales de urato, que se forman cuando la sangre tiene un nivel alto de ácido úrico, se acumulan en una articulación, ocasionando dolor fuerte, sensibilidad e hinchazón. La gota normalmente afecta a la articulación de la base del dedo gordo del pie.
El cuerpo produce ácido úrico al descomponer ciertos alimentos y las purinas, que son sustancias naturalmente presentes en el cuerpo humano. El ácido úrico normalmente se disuelve en la sangre y pasa por los riñones hacia la orina; pero a veces el cuerpo produce demasiado o los riñones no eliminan mucho de él y cuando eso ocurre, el resultado es la gota.
Una de las mejores maneras de prevenir los ataques de gota es manteniendo un peso corporal sano. Las investigaciones han demostrado que la obesidad es uno de los factores principales de riesgo para el desarrollo de esta enfermedad. Si tienes obesidad, perder kilos puede disminuir los niveles de ácido úrico en la sangre y reducir bastante el riesgo de sufrir ataques de gota.
“Respecto al tipo de alimentación que uno debe seguir, tradicionalmente se pensaba que reducir la cantidad de alimentos que contienen purinas podía disminuir sustancialmente el riesgo de un recrudecimiento de la gota; sin embargo, seguir una dieta baja en purinas puede ser bastante complicado, y el éxito de esa dieta para disminuir los niveles de ácido úrico en la sangre es muy bajo. A pesar de que se siga estrictamente una dieta baja en purinas, la disminución del nivel del ácido úrico en la sangre rara vez es suficiente para curar la gota”, aclara el Dr. Bongartz.
En cambio, una dieta baja en calorías, es decir, aquella que remplaza los carbohidratos refinados (azúcar, harina blanca y demás) por carbohidratos más complejos, restringe la cantidad de carne y aumenta las verduras y frutas, generalmente reduce mejor los niveles del ácido úrico en la sangre que la dieta baja en purinas.
“En concreto, para disminuir el riesgo de sufrir gota, come frutas, verduras, granos integrales y productos lácteos semidescremados o descremados. Restringe la cantidad de carne, pescado y aves que comes a máximo 4 a 6 onzas diarias. Bebe a diario entre 8 y 16 vasos de líquido, o alrededor de 2 a 4 litros, siendo agua por lo menos la mitad de esa cantidad.
Además, evita las comidas y bebidas comprobadas por aumentar el riesgo de los ataques de gota, que son los alimentos ricos en fructuosa tales como las bebidas sabor a fruta, las sodas que no son de dieta y muchos alimentos procesados. Por otro lado, beber alcohol, sobre todo cerveza, también es un factor importante en la gota.
Los estudios plantean que beber dos o más cervezas diarias puede duplicar el riesgo de un ataque de gota, de manera que restringe la cantidad de alcohol que bebes o evítalo por completo”, sugiere el Dr. Tim Bongartz.
Si se tienen otros problemas de salud, algunos fármacos que se toman para otras afecciones también podrían ayudar a prevenir la gota. Por ejemplo, se ha comprobado que el antihipertensivo losartán reduce los niveles del ácido úrico, y varios fármacos para tratar el colesterol alto también ejercen un efecto provechoso en los niveles sanguíneos de ácido úrico. Si de igual manera el paciente padece de hipertensión o colesterol alto y los controla con medicamentos, algunos de esos fármacos pueden también ayudar a prevenir esta enfermedad.