La responsabilidad de quienes estornudan o tosen en lugares públicos, en tiempos de pandemia de influnza como la actual del virus A/H1N1, debería de hacerse más patente entre los principales enunciados de las medidas preventivas de contagio entre la población.
De acuerdo a estudios recientes, se tiene comprobado que cada vez que se tose sin cubrirse debidamente nariz y boca, se esparecen unas tres mil gotitas que contienen en promedio 20 mil virus que pueden infectar a cientos de personas, sobre todo aquellas que no están inmunizadas.
El estudio realizado en la División de Microbiología del Hospital Nacional Universitario de Singapur, establece que en efecto, una tos estándar arroja en promedio tres mil pequeñas gotitas, las cuales una vez expectoradas en el aire miden cada una entre uno y cinco microns de diámetro.
Conforme a investigaciones previas sobre las cargas virales de la gripe en secreciones nasales, dicha dimensión de cada gotita implica que su contenido de virus es mayúsculo, de tomarse en cuenta que un micrón es una millonésima parte de un metro, o si se prefiere, una milésima de un milímetro.
Bajo estos parámetros, la investigación concluye que si por estornudo se desprenden más de tres mil gotitas en el aire, significa que se arrojan entre 19 mil y 20 mil gotitas en cada expectoración.
Las gotitas de cada estornudo se mantienen suspendidas en el ambiente durante largo periodo, con la posibilidad de desplazarse a su alrededor a más de 10 metros, eso en condiciones que las corrientes de aire no estén agitadas, porque sino su radio de infección es mayor.
Las gotitas se mantienen suspendidas en el aire el tiempo considerable para infectar a una gran cantidad de personas, por lo cual las autoridades sanitarias deberían de tomar la responsabilidad hasta de suplicar a la población para que aprendan a no contaminar con su tos y que cuiden más de su higiene personal, indicó Julian Tang, asesor de la investigación.
No obstante que en varias partes del mundo ya están vacunando a la población contra la influenza A/H1N1, los expertos hasta el momento no han determinado cuál es la dosis adecuada de inmunizador en torno a la carga viral que puede recibir un individuo infectado.
“Quienes fueron vacunados anteriormente o infectados de manera natural por el mismo virus o uno similar, pueden desarrollar una respuesta de anticuerpos rápida y limpiar del virus al tracto repiratorio antes de que pueda alojarse y causar enfermedad”,
Sin embargo, “hasta los huéspedes inmunizados pueden desarrollar síntomas si la exposición viral es suficientemente alta”, algo que puede pasar cuando se está expuesto a un estornudo de tres mil gotitas.
Por eso, entre la población debería de hacerse énfasis en que los cubrebocas es una herramienta indispensable para aquellas personas que padecen de una infección respiratoria, porque previene que en caso de estornudar o toser no vaya a contaminar a quienes le rodean, porque para alguien que no está infectado no se tiene claro de qué le pueda prevenir.