La artritis reumatoide infantil (ARI), aunque no es muy frecuente, sí es de ponerle atención, pues se puede confundir con los llamados “dolores de crecimiento”.
Recordemos que la artritis reumatoide es una enfermedad autoinmune crónico degenerativa que afecta específicamente las articulaciones.
“Se dice que se trata de artritis infantil cuando afecta a menores de 16 años, y aunque no hay cifras exactas que recuperen estudios acerca de este padecimiento, se sabe que sí son muchos; y que es más frecuente en niñas, pero no con una gran diferencia como existe en los adultos. Pueden ser 3 niñas por 2 niños, y en los adultos, 6 mujeres por 1 varón”, comenta el Dr. Mario Cardiel, reumatólogo miembro del Colegio Mexicano de Reumatología.
“Lo lamentable es el poco número de reumatólogos que se tienen en el país, pero esto es aún más preocupante en el caso de los reumatólogos infantiles, los cuales sólo son unas pocas decenas, así que enfrentamos un grave problema para la detección oportuna y el tratamiento adecuado”, agrega.
Pero como es de esperarse, la ARI tiene retos especiales en cuanto a su detección, como se encuentran en etapa de crecimiento, si no se detecta y se trata de manera adecuada, puede haber destrucción articular, presentándose deformidades y hasta una discapacidad que los puede acompañar toda su vida.
Pero entonces, ¿cómo detectar cuando hay un problema?
Como ya se mencionó, los “dolores de crecimiento” suelen ser normales en prácticamente todos los niños, pero en el momento en el que además se detecte inflamación en las articulaciones, hay que acudir al médico de inmediato.
“Hay varias enfermedades reumatológicas en la infancia, la artritis reumatoide es una de ellas, pero hay más. Por ejemplo en el Hospital General de México tienen toda una clínica donde han descrito un tipo de inflamación articular en los niños que se llama espondilopatía juvenil que afecta a los pies, y que está ligada claramente a genes y a infecciones sobre todo del tipo intestinal”, finaliza el Dr. Cardiel.
Lo importante es observar con detenimiento el cuerpo de nuestros pequeños, para que ante cualquier anormalidad, podamos acudir a tiempo al médico para que reciba atención. Sin embargo, al igual que en el caso de los adultos, existen ya muchos medicamentos que pueden aliviar este padecimiento, y lo mejor, es que pongamos nuestros esfuerzos en que crezcan en un entorno lo más saludable posible para evitar cualquier enfermedad.