En México se reportan al año más de 5 mil muertes por cáncer de hígado, ocupando el tercer lugar de enfermedades fatales en el país.
El cáncer de hígado incluye el carcinoma hepatocelular y el cáncer de vías biliares (colangiocarcinoma). Los factores de riesgo para el carcinoma hepatocelular incluyen la infección crónica de hepatitis B o C, y la cirrosis hepática.
De acuerdo con el Dr. Kirtan Nautiyal, médico hemato-oncólogo del Hospital Houston Methodist, “el cáncer de hígado se presenta en el cuadrante superior derecho del abdomen, justo debajo de las costillas, ahí es donde está el hígado.
Algunos de los síntomas de este tipo de cáncer pueden ser dolor en esa área, sentir pesadez e incluso el paciente puede tener ictericia, que es el color amarillento de los ojos y la piel como resultado del daño del hígado. Generalmente se detecta con una ecografía o una tomografía computarizada del abdomen.”
En el tema del cáncer, existen algunos tumores que se generan directamente en el órgano, denominados primarios, y otros que son producto de metástasis.
Al respecto el Dr. Nautiyal explicó que, “el cáncer de hígado primario es algo que es mucho más común en pacientes que tienen daño hepático preexistente llamado cirrosis hepática.”
“También se presenta el cáncer de hígado metastásico de otro cáncer, porque la sangre fluye continuamente a través del hígado, por ello cualquier tipo de cáncer se puede propagar allí, y eso incluye el cáncer de pulmón, el cáncer de mama y muchos otros tipos.”
Al hablar de los factores de riesgo, el experto del Hospital Houston Methodist aseguró que, “si se está hablando de cáncer de hígado primario, su principal factor de riesgo es el daño hepático preexistente, también llamado cirrosis hepática, la cual pudo haber sido causada por una infección de hepatitis, abuso de alcohol, sobrepeso, pobre alimentación, entre otras causas.”
A la pregunta expresa de si el cáncer de hígado es curable, el Dr. Nautiyal comentó que “esto depende de la etapa en que es detectado. Si es en la etapa inicial, que significa que es muy pequeño, entonces se puede curar con cirugía”.
“Si el tumor es demasiado grande para la cirugía, a veces podemos reducirlos con radiación, quimioterapia o inmunoterapia, y luego podemos operarlos.”
Si el cáncer se ha extendido demasiado, “es posible que no podamos curarlo y, en ese caso, tenemos que tratarlo con quimioterapia o inmunoterapia, y simplemente tratar de controlarlo”, dijo.
“Por eso es importante detectar estos cánceres de manera temprana. Es especialmente importante para las personas con daño hepático realizarse estudios de ultrasonido de manera regular, para detectar a tiempo este tipo de cánceres”, consideró el experto.
Respecto a la tasa de supervivencia, el especialista aseguró que, “no hay una sola respuesta a esa pregunta. Los cánceres en etapa temprana se pueden curar, mientras que los cánceres en etapa avanzada no se curan, y los pacientes pueden vivir un promedio de uno o dos años. Mientras que, si es en una etapa más temprana, se puede operar y es una enfermedad muy curable.”
Para finalizar, el Dr. Kirtan Nautiyal hizo un llamado para que las personas que están en riesgo de enfermedad y daño hepáticos, se hagan exámenes de detección regulares para detectar, en etapa temprana, cualquier neoplasia maligna.