Falta de información
Las adolescentes que se embarazan, difícilmente retoman sus estudios y son incapaces de forjarse el futuro que se habían trazado, además de que es un problema que lejos de solucionarse, aumenta cada día en nuestro país.
La ausencia de información sobre las consecuencias de un embarazo no deseado, tema que si se toca en el seno familiar se aborda con prejuicios, represión o amenazas y violencia hacia las adolescentes, son factores que junto a la falta de educación sexual en las escuelas, han agrandado el problema.
Durante el foro celebrado por el Centro Latinoamericano de Salud y Mujer (Celsam) para instaurar el 26 de septiembre como el Día de la Prevención del Embarazo Adolescente, se indicó que el embarazo en adolescentes es un factor que impide no sólo establecer controles de planificación familiar, porque evidencia deficiencias en el sistema educativo, el cual en México en torno a la sexualidad se ha polarizado al inmiscuirse en algunos estados conceptos religiosos que anteponen estigmas y prejuicios.
Ese hecho llevó a que durante la primera semana de septiembre en Guanajuato fuera retirado el libro de texto de Biología de primer grado de secundaria, en el cual se censuraron ilustraciones de los órganos sexuales de la mujer y hombre, además de colocarse consideraciones moralistas de la iglesia católica sobre la virginidad, anticoncepción y el sexo antes del matrimonio, lo cual causó la polémica que llevó a su confiscación.
“La falta de información certera y científica sobre la sexualidad, así como la tergiversación de conceptos relativos a métodos anticonceptivos, son factores que provocan que haya más embarazos en adolescentes”, indicó Analía García, subdirectora de Bienestar y Servicios Juveniles del Instituto Nacional de la Juventud (Injuve).
Estadísticas de estudios realizados a nivel mundial, revelan que estos embarazos afectan a la salud pública, pues de cada 100 casos de niños con síndrome de Down, 80 son de madres de 15 años o menos y 20% de mujeres mayores de 40 años de edad, debido a que el cuerpo de la adolescente no ha madurado, o ésta no se cuida de manera adecuada durante el embarazo.
También es frecuente ubicar problemas psicosociales en estas adolescentes para atender a un hijo y hacer frente a las responsabilidades que trae consigo, “las cuales no pueden o no saben enfrentar”.
Asimismo, los problemas psicológicos que adquieren por su condición, dependen de la aceptación social del embarazo, los cuales como se dan más por desinformación o de manera accidental, tienden a llevar a la mujer a una situación de baja autoestima, con muchos sentimientos de culpa y emociones contradictorias hacia el hijo.
Se les dificulta disfrutar de su maternidad, en ocasiones maltratan al hijo, lo culpan de su condición porque ellas consideran que podrían estar haciendo otras cosas, son chicas en promedio de 15 años que quieren ir a fiestas con amigas de su edad y se ven imposibilitadas porque pasaron de un papel de hijas, a uno de madres.
