¿Viajas pronto? Así puedes evitar coágulos sanguíneos peligrosos en vuelos largos o viajes en carretera

Tiempo de lectura aprox: 1 minutos, 53 segundos

Viajar en avión, tren o carretera suele emocionarnos, pero también trae consigo un riesgo poco hablado: los coágulos sanguíneos. Permanecer muchas horas sentado sin moverse puede favorecer el desarrollo de tromboembolismo venoso (TEV), una condición seria que incluye trombosis venosa profunda (TVP) y embolia pulmonar (EP).

El Dr. Thomas Loh, cirujano vascular del Hospital Houston Methodist, advierte: “Tenemos alrededor de un millón de casos de TEV al año en Estados Unidos. No es exclusivo de personas mayores; también afecta a los jóvenes, especialmente cuando se combinan varios factores de riesgo”.

Al viajar, pasamos horas sin movernos, y eso interfiere con el retorno de la sangre al corazón. Los músculos de las pantorrillas son clave para ese bombeo”. Pero si no se mueven, la sangre se estanca, y ahí empiezan los riesgos.

¿Qué es el tromboembolismo venoso y por qué te debe importar?

El TEV ocurre cuando se forma un coágulo que bloquea el flujo sanguíneo en las venas profundas, generalmente en las piernas. Si ese coágulo viaja a los pulmones, se convierte en una emergencia médica.

¿El problema? Al viajar, pasamos horas sin movernos, y eso interfiere con el retorno de la sangre al corazón. “Los músculos de las pantorrillas son clave para ese bombeo”, explica el Dr. Loh. “Pero si no se mueven, la sangre se estanca, y ahí empiezan los riesgos”.

¿Quién está en mayor riesgo de desarrollar TEV al viajar?

Cualquiera puede desarrollarlo, pero hay factores que aumentan las probabilidades:

  • Edad mayor de 40 años
  • Sobrepeso u obesidad
  • Antecedentes familiares de coágulos
  • Embarazo o posparto reciente
  • Cáncer o tratamiento oncológico activo
  • Cirugías recientes o lesiones
  • Vuelos largos o viajes sin pausas

“El riesgo se multiplica cuando se acumulan varios de estos factores”, señala el especialista.

¿Qué puedes hacer para prevenir coágulos en tus próximos viajes?

  1. Muévete: Camina antes de abordar y, si puedes, durante el vuelo o trayecto. Levantar los talones o mover los pies incluso sentado ayuda a activar la circulación.
  2. Hidrátate bien: Evita el alcohol y toma agua constantemente. “La deshidratación hace que las venas colapsen, lo cual complica el retorno de la sangre”, advierte el Dr. Loh.
  3. Usa calcetas de compresión: Son útiles para personas en riesgo, como embarazadas, personas mayores, quienes tienen várices o quienes viajan frecuentemente por trabajo. Ayudan a mejorar el flujo sanguíneo y reducen la hinchazón.
Camina antes de abordar y, si puedes, durante el vuelo o trayecto. Levantar los talones o mover los pies incluso sentado ayuda a activar la circulación.

¿Y si no tengo riesgo? ¿Puedo usarlas igual?

“No hay evidencia de que sean necesarias en personas con bajo riesgo, pero tampoco hacen daño. Pueden ser una ayuda extra para la circulación”, dice el Dr. Loh.

Recomienda comenzar con un nivel de compresión bajo (20-30 mmHg) y buscar un modelo cómodo. “Si no te las pones porque son incómodas, no sirven de nada. Hay que probar hasta encontrar las adecuadas”, sugiere.

Viajar en avión, tren o carretera suele emocionarnos, pero también trae consigo un riesgo poco hablado: los coágulos sanguíneos.

¿Aplica solo para viajes en avión?

No. Los mismos consejos aplican si viajas en tren, autobús o coche. Hacer paradas para caminar, mover las piernas en el asiento y mantenerse hidratado es vital en cualquier medio de transporte.

“No hay mejor solución que mover las piernas para lo que fueron diseñadas: para caminar”, concluye el Dr. Loh.