La exposición al humo por tabaquismo pasivo incrementa el riesgo de cáncer de pulmón sobre todo si se ha estado expuesto por largos periodos, señaló el doctor Oscar Arrieta, médico ascrito al Servicio de Oncología Médica y coordinador de la Clínica de Cáncer de Pulmón del Instituto de Cancerología (InCAN).
El fumador pasivo es aquella persona que, pese a no ser fumadora, aspira el humo del cigarrillo y estudios recientes demuestran que en una hora puede llegar a inhalar una cantidad equivalente a 2 ó 3 cigarros.
Pero el riesgo mayor lo tienen los jóvenes que pueden pasar muchas horas encerrados en lugares donde se fuma en exceso, ya que “quien se encierra en un lugar con mucho humo -como puede ser un antro o en una fiesta-, equivale a fumar una cajetilla completa¨, dijo.
Añadió que el fumador pasivo tiene un 20 a 30 por ciento más de riesgo de padecer una enfermedad coronaria y cáncer de pulmón, mientras que los hijos de padres fumadores activos tienen un 20% más de riesgo de padecer asma, infecciones respiratorias (30%), otitis (50%), catarros frecuentes, tos persistente, etc.
En este sentido resaltó que los niños son más susceptibles a absorver las sustancias y que sus efectos tengan consecuencias, ya que sus pulmones son más pequeños y delicados.
El Dr. Oscar Arrieta explicó que fumar en lugares cerrados permite la acumulación de sustancias que tienen el nombre de nitroaminas, las cuales reaccionan con el ácido nitroso y se vuelven potencialmente carcinogénicos. Con su acumulación existe el riesgo de ser absorbidas a través de la piel y con ello, incrementar el riesgo de neoplasias.
¨Las partículas se quedan impregnadas en los muebles, cortinas, objetos, alfombras, ropa, juguetes y son potencialmente generadores de cáncer, por lo que es necesario limpiar los sitios donde se ha fumado¨, destacó.
El Dr. Arrieta exhortó a la población a dejar el tabaco, ya que se ha demostrado que si una persona deja de fumar durante 15 años, las probabilidades de desarrollar cáncer van a disminuir y el riesgo va a ser igual que el de una persona que nunca ha fumado.
Dijo que es necesario adoptar un estilo de vida sano con una dieta nutritiva baja en grasas y hacer ejercicio. “Todo esto en conjunto reduce el riesgo de desarrollar diferentes tipos de cáncer de colon, de mama, el de pulmón, páncreas y cervicouterino”.
Finalmente dijo que el paso más importante que pueden dar los padres para proteger a sus hijos de los peligros del humo y del cáncer de pulmón es crear un ambiente libre de tabaco en sus casas, trabajos y centros de diversión.
Información proporcionada por el laboratorio AstraZeneca.