Para la ciencia médica resulta frustrante que tras complicados, carísimos y prolongados tratamientos a enfermos que se creían terminales, estos se recuperen y se salven de la enfermedad mortal, para que después venga una infección fulminante y se vayan sin remedio al más allá.
Esto sucede entre 10 y 20% de los pacientes hospitalizados en México que padecen condiciones que se conocen como “inmunodeprimidas”, es decir, con baja protección del sistema inmunológico, o con mínimas cantidades de glóbulos blancos en sangre.
De estos, el 40% se debe a infecciones en hospitales causadas por hongos (fúngicas), pero si se suman al total de infecciones mortales en el caso de enfermos inmunodeprimidos, las infecciones fúngicas ocupan el 80% del total de estas muertes en el país por esa causa.
Esto además de ser frustrante para la ciencia médica, tiene un impacto económico muy importante para los sistemas de salud del país, los cuales además de estar limitados en su presupuesto, parece que su aplicación resultase inútil al aplicarse en estos enfermos que finalmente no se salvan.
Los pacientes con mayores riesgos de sufrir infecciones fúngicas, son los que han tuvieron un trasplante de órgano o médula ósea, pero también los que reciben quimioterapia y por esa razón pierden sus defensas inmunológicas, además de quienes reciben tratamientos contra la leucemia u otro tipo de enfermedades malignas en la sangre.
¿Sabes qué es la micología?
Al estudio de los hongos se le conoce como micología, una ciencia de la que hay pocos expertos en el mundo, no obstante que los hongos existen desde hace más de 600 millones de años en la Tierra.
Esto viene a cuento porque cada día con el cambio climático, la acumulación de contaminantes en el medio ambiente y por ejemplo, con el cúmulo de obras de construcción por doquier, aumenta el riesgo de contagio de infecciones fúngicas fuera de un hospital.
De hecho, miles de hongos viven en nuestro organismo desde que nacemos, sin embargo, mientras nuestro sistema inmunológico funciona bien, estos hongos no nos enferman, pero si el número de esos hongos rebasa la capacidad del sistema inmune, puede haber problemas graves de salud.
Todo esto se dio a conocer durante un seminario de Schering Plough sobre la evolución de medicamentos antimicóticos, es decir, contra las enfermedades provocadas por hongos, y la relación de estas con las llamadas infecciones fúngicas invasivas, que es el nombre científico de estas infecciones que dan a enfermos inmunodeprimidos.
El Dr. Gilberto Castañeda, investigador de farmacología del Cinvestav, dijo que es ideal que un paciente en estas condiciones debe ser tratado previamente para evitar la aparición de esas infecciones, que con la reciente creación de posaconazol, un medicamento molecular de diseño que afortunadamente puede cambiar la tendencia letal de las infecciones fúngicas invasivas.