Mitos alrededor de los edulcorantes

Los mitos en torno a los edulcorantes o endulzantes bajos en calorías, como la percepción de que cambian el sabor de los alimentos, o que no los pueden consumir los menores de edad, no han impedido que la industria de los productos con esos ingredientes tengan un crecimiento espectacular en el país.

De hecho, todo apunta a que incluso el desarrollo de los alimentos con edulcorantes bajos en calorías, crezca aún más del 14% que se dio en 2008, y que en esa medida también se cuente con mejores perspectivas en la salud de los mexicanos al reducirse la ingesta de calorías.

Desde principios de la década de 1970, cuando llegó la sacarina para endulzar sin la carga calórica del azúcar, hasta nuestros días cuando estamos en la era de la cuarta generación de edulcorantes, podemos estar seguros de que salvo en cuestión de gustos, que es algo que tiene que ver con la percepción personal del sabor, ninguno de estos endulzantes perjudica la salud.

Esto en México resulta una buena noticia debido a los graves problemas de sobrepeso y obesidad que nos están rebasando, renglón en el que ya somos el segundo lugar mundial y con posibilidades de desbancar a Estados Unidos del primer lugar.

“Hoy en día es una necesidad que los menores de edad tengan un control en la ingesta de calorías, no solamente las calorías que vienen de la azúcar, sino de aquellas que vienen de los carbohidratos (refrescos y golosinas) para que tengan un equilibrio y podamos detener los problemas de salud que origina la obesidad”, afirmó Andrés Garibay, director general de Amtrade, la primera empresa mexicana fabricante y exportadora de edulcorantes de cuarta generación.

Los edulcorantes para hornear o calentar alimentos modifican el sabor de lo que preparamos

Hay cuatro generaciones de endulzantes: sacarina que seria la primera, aspartame que es la segunda, sucralosa que es la tercera y stevia o svetia, que sería la cuarta generación. De la primera a la tercera generación son artificiales, todos son seguros y tienen diferentes usos para bebidas calientes, para bebidas frías, para hornear o cocinar.

“Sin embargo, el aspartame debe tener un proceso adicional, no es que el producto no sirva para eso, lo que pasa es que entre 180 y 210 grados centígrados la molécula de aspartame se separa y pierde su dulzor”.

Si la receta dice mezclar los ingredientes, primero hay que mezclar el endulzante con la mantequilla, aceite o grasa vegetal; se hace primero esa mezcla y después se añaden las harinas. No significa un incremento en costos sino en tiempo de inversión de la receta.

Los edulcorantes tienen una sustancia dañina llamada fenilalanina

Fenilalanina es una enzima proteínica que se encuentra en los endulzantes bajos en calorías que contienen aspartame, pero también puedes encontrarla en los huevos, en la carne, en el pescado, en la leche, todo lo que tenga proteína tiene fenilalanina, y lo encontramos en muchos alimentos que ingerimos a diario

“Sin embargo, hay una enfermedad que es fenilsetunuria, una enfermedad congénita, y quien la padece debe controlar su ingesta de proteínas. No es que no puedan consumirla, sólo que deben controlar su ingesta, por eso los productos que contienen aspartame deben de contar con una leyenda de advertencia.

“Se ha convertido en un mito el consumo de fenilalanina; se dice que provoca la fenilsenturia. Eso es mentira, porque ésta no es una enfermedad que se pueda adquirir o contagiar, se hereda, es congénita, se detecta al nacimiento del bebé, nada más”.