La Organización Panamericana de Salud/Organización Mundial de la Salud (OPS/OMS) está ofreciendo su cooperación técnica para apoyar estudios pilotos en control de mosquitos, utilizando tecnologías nuevas ya disponibles que actualmente están en distintas fases de evaluación. Esta iniciativa es parte de la respuesta al brote de zika que en la actualidad se ha extendido a 33 países y territorios de las Américas.
Se están desarrollando nuevas herramientas para combatir el mosquito Aedes que puede transmitir infecciones por el virus Zika, chikungunya, dengue, fiebre amarilla y otros arbovirus. Entre las nuevas tecnologías disponibles se encuentra la que utiliza bacteria Wolbachia y la de los mosquitos genéticamente modificados.«La herramienta más importante para combatir el zika y, al mismo tiempo, el dengue y el chikungunya, es el control de los mosquitos Aedes que transmiten estas enfermedades. Como estos mosquitos viven dentro y alrededor de las casas, esto tomará un esfuerzo concertado con la participación de la comunidad para reducir el número de mosquitos en las Américas. También estamos buscando urgentemente mejorar los métodos de control que incluyen la participación de la sociedad en su plenitud, el uso de insecticidas y otras tecnologías«, dijo Marcos Espinal, director de Enfermedades Transmisibles de la OPS.
El Grupo Consultivo sobre Control de Vectores, dirigido por la OMS, examinó las nuevas tecnologías de control de vectores y recomendó la implementación piloto de dos herramientas, Wolbachia y OX513A mosquitos transgénicos, bajo condiciones operacionales, cuidadosamente planificados y acompañada de rigurosidad técnica que incluya el monitoreo y evaluación independiente.
Esta recomendación es consistente con una de las emitidas por el Grupo Técnico Asesor en Entomología en Salud Pública de la OPS, que se reunió por primera vez en Washington, DC, en marzo del 2016.
Una de las herramientas recomendadas para implementación piloto es el uso de la bacteria del género Wolbachia, que no infectan a los humanos ni a otros mamíferos. Estas bacterias se encuentran en un 60% de los insectos comunes, como las mariposas y las moscas de la fruta. En Australia, Brasil, Indonesia y Vietnam ya se han liberado mosquitos portadores de Wolbachia para estudiar y realizar las evaluaciones entomológicas necesarias. Cuando las hembras se aparean con mosquitos portadores de la bacteria, los huevos no eclosionan y no hay reproducción de la especie lo que conlleva a la disminución del número total de mosquitos. Además, los Aedes aegypti infectados con la bacteria disminuyen su capacidad de transmisión del virus del dengue.
El OX513A es una cepa genéticamente modificada de Aedes aegypti. Cuando las hembras salvajes (sin modificación genética), se parean con mosquitos genéticamente modificados, sus larvas mueren antes de la edad adulta funcional. Esta tecnología ha demostrado la capacidad de reducir las poblaciones del Aedes aegypti en pruebas de campo a pequeña escala realizados en algunas poblaciones de Brasil y algunas islas del Caribe.
Sin embargo, en ambos casos (Wolbachia y mosquitos genéticamente modificados), faltan datos sobre el impacto epidemiológico de esas tecnologías, que permitan acumular la evidencia necesaria para poder promover su uso no experimental.
«La OPS ofrecerá el apoyo técnico a los países que quieren implementar en forma piloto estas tecnologías para combatir el vector transmisor de los virus Zika, dengue y chikungunya, todas arbovirosis transmitidas por el mismo mosquito,» dijo Haroldo Bezerra, Asesor Regional en Entomología en Salud Pública de la OPS. La OPS está estructurando una red de entomólogos y epidemiólogos para que puedan dar asesoramiento directo.
El nuevo Grupo Técnico Asesor de Entomología en Salud Pública de la OPS también está buscando formas de fortalecer programas de control de vectores con particular atención al Aedes aegypti en los países. Los problemas en el control de este mosquito pasan por su adaptación al medio ambiente en el que circula, el movimiento humano, la capacidad de vigilancia, la resistencia de los mosquitos a los insecticidas utilizados y su capacidad de recuperación.
La OPS está intensificando la vigilancia del virus del Zika en las Américas, pero aún es difícil definir exactamente la carga de la enfermedad en la región. Además de su estrategia de vigilancia integrada, la OPS está trabajando para continuar formando personal de salud a nivel primario en la identificación y notificación de casos de zika, y fortaleciendo las capacidades de laboratorio en cada país.