OPS comenzó a brindar capacitaciones virtuales y presenciales para ayudar a las autoridades de salud de las Américas a informar sobre enfermedad de manera veraz, oportuna y empática

Informar a la población acerca de los riesgos para la salud que puede representar COVID-19, así como las medidas que puede tomar para protegerse resulta clave para reducir las probabilidades de que las personas se infecten y para mitigar la propagación de la nueva enfermedad por el coronavirus 2019, cuyos primeros casos ya se han registrado en 8 países de las Américas.




Expertos de la Organización Panamericana de la Salud (OPS) han comenzado a entrenar a autoridades de salud de la región en los principios de la comunicación de riesgos durante emergencias de salud pública. La comunicación de riesgos se enfoca en informar en tiempo real los peligros que pueden amenazar a la población. Esa comunicación también considera la percepción que las personas tienen sobre ese riesgo, que en ocasiones puede no coincidir con la de los expertos, en particular cuando se trata de un escenario cambiante y con incertidumbre.

Si se facilita información precisa, pronta y frecuentemente en un idioma que las personas entiendan y a través de canales confiables, la población podrá tomar decisiones y adoptar comportamientos positivos para protegerse a sí mismas y a sus seres queridos de enfermedades como COVID-19.

La información oportuna y basada en evidencia es la mejor vacuna contra los rumores y la desinformación”, afirmó el Subdirector de la OPS, el doctor Jarbas Barbosa, durante un taller virtual para representantes de los ministerios de Salud de América Latina el 20 de febrero. “El Ministerio de Salud tiene que ser la principal fuente de información confiable en todos los países”, subrayó.

Barbosa destacó además que se debe informar a las personas cuando se reporten casos importados, luego si hay transmisión secundaria (casos de contactos locales a partir del caso importado), o después si llega a haber transmisión en la comunidad (casos locales sin vinculación a viajeros), o también brotes y finalmente una posible transmisión generalizada/sostenida. “Las personas necesitan entender cuál es el riesgo para ellas en cada etapa, evitando minimizar o sobredimensionar cada situación”, consideró el subdirector de OPS.

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La información actual indica que el 80% de las personas que contrajeron COVID-19 presentaron síntomas leves similares a los de la gripe y se recuperaron. El 20% restante experimentó síntomas más graves y de ellos, 5% fueron críticos y requirieron internación y ayuda para respirar. Cerca de 2.3% de las personas con la infección por este virus fallecieron. La mayoría de las muertes sucedieron en adultos mayores con condiciones pre-existentes.

La población puede tomar una serie de medidas sencillas para reducir su riesgo de infección. Las 3 principales medidas son:

  1. Lavarse las manos con agua y jabón frecuentemente
  2. Cubrirse la boca y la nariz con el pliegue del codo o pañuelo desechable a la hora de toser o estornudar
  3. Evitar el contacto estrecho con personas que presenten síntomas gripales

Fortaleciendo las capacidades de comunicación en México

El 27 y 28 de febrero, 25 participantes de la Secretaría de Salud y otros organismos relacionados con la salud en México participaron en un taller sobre comunicación de riesgos brindado por expertos de la OPS/OMS. Parte del taller se transmitió virtualmente a través de Pulso Epidemiológico, un canal de la Dirección de Epidemiología de la Secretaría de Salud, alcanzando las casi mil conexiones en los 32 estados mexicanos.

Durante el taller, los participantes comprendieron y aplicaron los principios de la comunicación de riesgos para ayudar a reducir la propagación de enfermedades, prevenir y disminuir contagios e incluso muertes en el contexto de emergencias de salud pública.

El componente de comunicación de riesgos es una parte fundamental de los planes de preparación y respuesta en emergencias, por eso de manera conjunta con la Dirección General de Epidemiología y con el apoyo de la OPS consideramos conveniente tener este taller”, explicó la doctora Lucero Rodriguez, directora de Estrategias y Desarrollo de Entornos Saludables. “La idea fue brindar herramientas que nos permitieran ser más eficientes en la forma en que vamos a comunicar la problemática que representa la COVID-19”, agregó.

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Durante el segundo día del taller, México confirmó su primer caso importado de COVID-19. “El taller fue estratégico porque nos permitió con un ejemplo totalmente real definir ya algunos mensajes y estrategias que se pueden utilizar en este contexto”, manifestó Rodriguez.

Comunicar durante emergencias de salud pública no es algo nuevo para México. En 2009, el país enfrentó primero que nadie la pandemia de influenza por H1N1, algo que le dejó muchas lecciones aprendidas. “Aprendimos que es fundamental estar preparados y hay que preparase para todos los escenarios. También que el vocero único se desgasta muy rápido y que los medios de comunicación pueden ser nuestros aliados pero hay que capacitarlos previamente”, enumeró la Directora de Estrategias y Desarrollo de Entornos Saludables, quien también comunicó sobre H1N1 una década atrás.

El taller demostró que la información es el primer recurso que permite a la población tomar decisiones informadas para cuidar su salud y prevenir rumores y desinformaciones. Además, la comunicación de riesgo debe ser parte esencial de todo plan de preparación y respuesta a emergencias de salud pública.

Imagen cortesía de admin | Plenilunia




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Redacción, Plenilunia Sociedad Civil Fundada en el año de 2004, Plenilunia es una Sociedad Civil cuyo objetivo es fomentar el bienestar y la salud integral de la mujer.

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