Bajo el lema “Ojo con la trombosis”, la Sociedad Mexicana de Trombosis y Hemostasia (SOMETH) se suma a la novena edición del movimiento mundial que representa el Día Mundial de la Trombosis, conmemorado cada 13 de octubre, el cual pretende aumentar la concientización y sensibilización sobre la trombosis, incluyendo sus causas, factores de riesgo, signos y síntomas, prevención y tratamiento basados en la mejor evidencia científica disponible en la actualidad. Este esfuerzo busca reducir las muertes y discapacidades causadas por esta enfermedad.
Conocer acerca de la trombosis
La trombosis es la formación de un coágulo de sangre (también denominado trombo) en un vaso sanguíneo, ya sea una vena o una arteria. Este coágulo puede bloquear o retrasar el flujo sanguíneo normal; incluso, puede desprenderse y viajar a algún órgano, lo que se conoce como embolia.
La trombosis es un mecanismo común de las tres principales causas de muerte cardiovascular en la población mundial: el infarto del corazón, el accidente cerebrovascular y la enfermedad tromboembólica venosa (ETV).
“Ojo con la trombosis”
Este año, esta iniciativa se enfoca en 5 principales puntos de atención:
Trombosis asociada a hospitalización.
Estar en el hospital es un factor de riesgo importante para el desarrollo de ETV. Los pacientes con movilidad disminuida, debido al reposo en cama o la recuperación, o que experimentan un traumatismo en los vasos sanguíneos debido a una cirugía u otra lesión grave, tienen más probabilidades de desarrollar coágulos de sangre.
Hasta el 60% de los casos de ETV ocurren durante o después de la hospitalización (hasta 90 días), lo que la convierte en una de las principales causas prevenibles de muerte hospitalaria.
Para prevenir ETV, el personal del hospital debe evaluar a los pacientes en cuanto a su riesgo de desarrollar coágulos de sangre y utilizar los procedimientos de prevención y tratamiento adecuados.
Trombosis asociada a COVID-19.
La trombosis de los pequeños vasos del pulmón es una de las causas principales de muerte en personas con COVID-19. En personas sin COVID, el riesgo es aproximadamente 1-3 por cada mil personas por año.
Esto se eleva a 1-100 en personas con COVID leve fuera del hospital, 1-20 en personas con COVID moderado a severo que requiere hospitalización y 1-5 en personas con COVID que requieren terapia intensiva. La medida de prevención más eficaz para evitarlo es la vacunación contra SARS-CoV-2.
Trombosis asociada con cáncer.
Este evento es una de las principales causas de morbilidad y mortalidad, ya que los pacientes con cáncer tienen un riesgo cuatro veces mayor que la población general de desarrollar coágulos sanguíneos graves, siendo la ETV una complicación común.
El riesgo depende de factores como cirugía, hospitalización, infección y trastornos genéticos de la coagulación y factores específicos del cáncer, como el tipo, la histología y el estadio de malignidad, el tratamiento y ciertos biomarcadores. La quimioterapia y la cirugía pueden dañar las paredes de los vasos sanguíneos y afectar la forma en que funcionan.
Trombosis asociada a género.
El sexo (nacer con cromosomas XX o XY) y el género (influencias sociales, culturales, psicológicas y ambientales que impactan nuestra herencia social) afectan muchos aspectos de nuestra vida individual, incluyendo nuestra predisposición a enfermedades, su progresión y su tratamiento.
El sexo es clave en la incidencia de ETV, ya que las mujeres presentan un mayor riesgo desde la pubertad hasta la menopausia. Esta etapa fértil se asocia a factores exclusivos del sexo femenino como el embarazo, el uso de anticonceptivos orales, terapias de reemplazo hormonal y terapias con antagonistas de estrógenos.
Una vez pasado este periodo, el riesgo de ETV aumenta para los hombres. El riesgo de recurrencia de ETV es aproximado al doble que las mujeres.
Como población específica de riesgo destacan las personas transgénero, ya que el proceso de su transformación involucra diversos tratamientos hormonales que suponen algunos riesgos que los convierten en un sector vulnerable.
Trombosis asociada con la salud mental.
Desde el diagnóstico, su progreso, e incluso al llegar al síndrome postrombótico (SPT) se vive una especie de duelo por la pérdida de la salud, que puede desencadenar en depresión profunda si no son atendidas las necesidades mentales y emocionales del paciente.
El deterioro de la funcionalidad de las personas impacta directamente en su salud general y su calidad de vida. Es preciso que el sobreviviente de un evento trombótico sea adecuadamente manejado por un equipo multidisciplinario capacitado, incluido el especialista en salud mental, con las terapias y recursos adecuados para adaptarse a su nueva condición de vida y que su autopercepción sea lo más positiva posible.
Con la campaña global mundial del Día Mundial de la Trombosis, se busca reducir el número de casos no diagnosticados, aumentar la prevención basada en evidencia y fomentar que los sistemas sanitarios garanticen las mejores prácticas para la prevención, el diagnóstico y el tratamiento. Bajo su impulso, cada día se suman más organizaciones a este movimiento para salvar vidas.
Salud pública en México:
Una de las prioridades del Gobierno de México es hacer cumplir el derecho a la salud. En el marco de este compromiso, se dio a conocer el Proyecto de Salud en la Cuarta Transformación de México.
El objetivo es que los mexicanos, independientemente de su condición laboral o socioeconómica, tengan acceso a los servicios de salud en forma integral.
Las principales acciones por realizar incluyen brindar servicios médicos y medicamentos gratuitos a la sociedad, hacer cambios legales y estructurales para entender las necesidades y otorgar servicios con calidad y equidad, hasta lograr la universalización.
También como parte de la Cuarta Transformación, se pretende que la salud en México tenga una visión como una política de Estado, se reorganice el Sistema de Salud y que la Atención Primaria a la Salud Integral (APS-I) sea una nueva política de salud para los mexicanos.
Uno de los pilares en esta nueva política es el enfoque en la prevención de enfermedades y sus complicaciones. Es aquí donde campañas como el “Día Mundial de la Trombosis” deben recibir el respaldo de instituciones gubernamentales y no gubernamentales, en sí, de la población en general, para lograr un impacto que beneficie a todos.