Esta es una época difícil para mantenerse sano por los cambios bruscos de temperatura que se dan. Muchas veces no estamos preparados para climas tan opuestos y nos enfermamos a la menor provocación; ya sea por baja de defensas o por contagio. En los niños, el problema se hace más grande porque a ellos les encanta jugar en el frío, la lluvia, el calor, etcétera. Los pequeñines son más propensos a enfermarse por vías respiratorias.

La faringoamigdalitis -inflamación de la faringe y de las amígdalas- es una de las infecciones más comunes en los niños que se encuentran en edad escolar, afecta a la garganta y a las amígdalas. En la mayoría de los casos, se da por uno de los virus más comunes (el rinovirus). Sin embargo, también puede ser producida por bacterias, entre ellas el tan famoso estreptococo.

Esta enfermedad, al igual que la mayoría de las enfermedades infecciosas, se adquiere por contacto directo con una persona infectada o a través del aire (al estornudar o toser); también influyen factores como no abrigarse bien en temporadas o climas fríos, tomar bebidas con hielos o exponerse a las corrientes de aire

Los síntomas empiezan entre las doce horas y los cinco días después del contagio y si se trata de faringoamigdalitis viral se puede sufrir de

• Fiebre
• Dolor de garganta
• Anginas inflamadas sin secreción de pus
• Enrojecimiento de los ojos
• Inflamación de los ganglios del cuello
• Secreción de pus en la garganta
• Dolor de cabeza
• Náuseas
• Vómito
• Dolor abdominal

Para la óptima prevención se debe

• Evitar los cambios bruscos de temperatura
• Ventilar las habitaciones
• Evitar fumar cerca de los niños
• En época de frío mantener a los pequeños bien abrigados
• Evitar las aglomeraciones de personas en lugares muy cerrados para disminuir las infecciones

Es importante que los niños coman frutas y verduras amarillas o anaranjadas que contengan vitamina “A” y “C”.

Referencias

• Información proporcionada por la Dirección General de Servicios Médicos de la UNAM.