En el marco del Día Mundial de la Artritis, que se conmemora este 12 de octubre, el Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado promueve entre la derechohabiencia su detección y control oportunos.
Recibir tratamiento en los primeros seis meses de iniciada la sintomatología en pacientes con artritis reumatoide puede lograr hasta en 80% la remisión de la enfermedad, es decir, evitar daño estructural en las articulaciones y mantenerlos libres de signos y síntomas.La Dra. Fedra Irazoque Palazuelos, Jefa del Servicio de Reumatología del Centro Médico Nacional (CMN) “20 de Noviembre”, alertó a quienes padecen esta enfermedad, a no caer en la trampa de los productos y terapias “milagro”, pues ocasionan un retraso en el inicio del procedimiento médico especializado.
Cuando el tratamiento se inicia en fases avanzadas aumenta el riesgo de secuelas de deformidades y discapacidad. Se sabe, precisó la reumatóloga, que 30% de los enfermos pueden llegar a la deformidad en los primeros dos años de establecida la patología; por eso es importante el diagnóstico en fase inicial.
En el ISSSTE, dijo, se cuenta con métodos de tipo sintético y biológico. Los primeros se usan para la mayor parte de los pacientes y los segundos se emplean en aproximadamente 30% de ellos, quienes presentan factores de mal pronóstico y sobre los que los anticuerpos de ingeniería molecular logran una respuesta terapéutica más eficiente.
Según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), la enfermedad afecta a entre 1 y 1.5% de la población del planeta, mientras que en México, diversos estudios estatales de Chihuahua, Yucatán, San Luis Potosí, Distrito Federal y área metropolitana, así como otros realizados por el Consejo Mexicano de Reumatología, indican que la frecuencia oscila entre .5 y 2%.
El 80% de los pacientes desarrollan el padecimiento entre los 35 y 50 años, y las mujeres, por el factor hormonal, tienen tres veces más probabilidad de desarrollarlo, por lo que la respuesta al tratamiento es mejor en los hombres.
Se trata, dijo la especialista, de un padecimiento crónico, autoinmune, sistémico, inflamatorio y potencialmente incapacitante, para el cual no existe cura, pero sí tratamientos farmacológicos que, iniciados en fase temprana, pueden mejorar el pronóstico y la calidad de vida de los enfermos.
La artritis reumatoide afecta las articulaciones pequeñas y medianas como manos, muñecas, codos, rodillas, tobillos, hombros; la característica es que se presenta de manera bilateral y simétrica y ocasiona inflamación y dolor.
Otros síntomas que pueden sugerir sospecha de la presencia de esta enfermedad son entumecimiento y rigidez articular por las mañanas, que dura de una a dos horas y afecta la movilidad. A estos se suma un estado de malestar generalizado y fatiga.
La doctora Irazoque Palazuelos recomendó a los médicos de primer contacto en México, además de considerar la sintomatología y las características de su presentación en el cuadro clínico de los pacientes, diferenciar el dolor inflamatorio al dolor mecánico, y en cuanto detecten dolor inflamatorio persistente, referir al paciente con un especialista para descartar o confirmar el diagnóstico de artritis reumatoide mediante estudios de laboratorio específicos.
En virtud de que es una enfermedad sistémica, puede afectar a muchos órganos del cuerpo -además de las articulaciones- tales como piel, ojos, corazón, sistema nervioso, pulmones, sangre y aparato músculo-esquelético; de ahí la importancia de su diagnóstico temprano y el acceso a tratamientos, concluyó la especialista.
Finalmente, el ISSSTE refrenda su compromiso de atender a todos sus pacientes con calidez humana y calidad en todos sus servicios.