En el marco de la conmemoración del Día Internacional del Autocuidado, y la presentación de la campaña “Conocerse es Cuidarse”, la doctora María Francisca Vargas nos explica que “los medicamentos de venta sin receta constituyen una herramienta fundamental para una estrategia individual y familiar de prevención, pero para un mejor aprovechamiento deben responder a la condición particular de cada uno”.
María Francisca comenta que de acuerdo a la Organización Mundial de la Salud (OMS); la salud es un estado de completo bienestar físico, mental y social. Mientras que el derecho a la salud incluye el
acceso oportuno, aceptable y asequible a servicios de atención de salud y medicamentos de calidad suficiente para cualquier enfermedad o padecimiento.
Explicó que los medicamentos de libre acceso son aquellos que se pueden adquirir en cualquier farmacia sin una receta médica. Mientras que el autocuidado es una herramienta de prevención con menor impacto presupuestal de los consumidores para prevenir algunos padecimientos, «esta práctica es la que le da el empoderamiento al consumidor para hacerlo conciente de su salud y buscar la toma de decisiones informadas respecto a su bienestar«.
Comentó que dentro de las responsabilidades de cada consumidor está el conocerse a fondo para poderse cuidar adecuadamente. Para esto es necesario acudir regularmente con su médico de confianza.
- Mantener las pastillas en su empaque original
- Depurar periódicamente el botiquín de emergencia
- Estar al tanto de las fechas de caducidad de las medicinas
- Consumir los medicamentos en las dosis adecuadas
En el lanzamiento de la campaña se explicó que para un uso responsable de los medicamentos de venta sin receta la comunidad internacional reconoce las siguientes recomendaciones:
- Leer y seguir las instrucciones que aparecen en las cajas y etiquetas de los medicamentos.
- Evitar un uso permanente a menos que así lo indique su etiqueta.
- No extender su empleo o incrementar la dosis recomendada.
- Prestar especial atención a las “indicaciones”, a fin de no tomar dos medicamentos que
contengan sustancias distintas, pero que sirven para aliviar un mismo síntoma o problema
común de salud. - No tomar ningún medicamento con bebidas alcohólicas.
- No dar a los niños un medicamento para adultos.
- Tener cuidado sobre el consumo de estos productos en el caso de mujeres embarazadas o
lactantes, especialmente aquellas que se encuentran en el primer trimestre del
embarazo. - Recurrir a un médico e interrumpir el uso de un medicamento si el síntoma o el problema
común de salud persiste o se agrava.