En el foro “Día Mundial del Riñón, tratamiento de enfermedades renales”, organizado por el secretario de la Comisión de Salud, Éctor Jaime Ramírez Barba, se señaló el pasado 13 de marzo de 2019 que en México se diagnostican cada año 40 mil nuevos casos de estos padecimientos.
El legislador manifestó que este foro ayudará a elaborar iniciativas en este tema, pues en algunas comunidades el 60% de quienes fallecen por diabetes e insuficiencia renal carecen de recursos.[donador-organos]Pidió a los diputados que han presentado iniciativas para atender los padecimientos renales que realicen un frente, a fin de que se concreten las reformas que coadyuven al mejoramiento de quienes padecen esta enfermedad.
Dijo que es momento de hacer a un lado la lucha inapropiada entre los legisladores y los productores de los medicamentos y trabajar en favor de elevar las condiciones de vida de los pacientes, que cuando hay cambio de licitación los enfermos son los que sufren alteraciones en su salud. “No se puede ver a las personas como un campo de batalla”.
El secretario de la Comisión de Salud, diputado Manuel Huerta Martínez, expresó que se debe trabajar en homologar los criterios clínicos para abordar los padecimientos renales, a fin de garantizar el adecuado tratamiento.
La diputada Silvia Guadalupe Garza Galván dijo que es primordial fomentar mecanismos de prevención, donde se invite a los ciudadanos a realizarse chequeos médicos que les permitan tener un diagnóstico oportuno en caso de enfermedad.
La diputada Eugenia Leticia Espinosa Rivas afirmó que es necesario hacer una campaña de prevención de las enfermedades renales, pues es un padecimiento silencioso, el cual es diagnosticado en etapas avanzadas. “Las enfermedades que presentan los mexicanos es por causa de desconocimiento”.
María de los Ángeles Ayala Díaz, resaltó que un país enfermo no es feliz, y afirmó que los familiares viven desesperación en el acompañamiento de los enfermos. “Necesitamos luchar por la vida; la cultura de la donación es vital y la diabetes es una de las enfermedades silenciosas que más provoca este mal”.
Se manifestó por políticas que incentiven la donación y monitoreo de la persona que esté en disposición en dar un órgano. Hizo votos por impulsar mayor educación de la salud, desde el hogar.
La diputada Graciela Zavaleta Sánchez expresó que existe gran responsabilidad desde el Poder Legislativo y mencionó que en Tuxtepec, Veracruz, el 60% de las personas que mueren es por problemas de riñón y diabetes.
“Debemos tener los suficientes recursos para atender a los pacientes que requieren atención especial; todos tenemos derecho a la salud. Me comprometo a impulsar reformas a favor de estos enfermos”, añadió.
Antonio Méndez Durán, coordinador de Programas Médicos de la División de Hospitales de la Dirección de Prestaciones Médicas del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), expuso que el Estado de México encabeza la lista con enfermos renales, pues rebasa los 10 mil pacientes en terapias de rehabilitación.
Externó su preocupación de que el IMSS recibirá a 22 millones de personas del Seguro Popular, por lo que cuestionó si se está preparado para ello, porque eso no sólo implica recursos, infraestructura, sino gran responsabilidad financiera. Para 2013 se tenían 56 mil pacientes en terapias; en 2014, 55 mil; en 2015, 57 mil; en 2017, 65 mil, y en 2018, 72 mil.
Una realidad, dijo, es que las instituciones de salud no se preparan para un futuro, pues la mayoría ha adaptado sus áreas. El IMSS atiende al 57% de los pacientes en hemodiálisis en servicios subrogados, “lo que conduce a una gran carga económica; hay deterioro en la atención de estos y de otros pacientes, ya que están saturados los servicios y deben esperar más para su atención”.
Méndez Durán puntualizó que en el país hay 1,300 nefrólogos; es decir, 1 por cada 100 mil habitantes, mientras que los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) tienen 3.6 por cada mil. “Estamos muy lejos de esa meta, tendremos que tener otras estrategias ante la Secretaría de Hacienda y Crédito Público”.
Llamó a revisar la carta curricular de los médicos, que se forman en hemodiálisis y trasplantes. Además, no hay un programa de salud renal y se debe crear: se necesita mayor número de trasplantes, pero bajo un contexto de seguridad; elaborar la Norma Oficial Mexicana y contar con recursos independientes para la enfermedad renal.
La presidenta de la Fundación Mario Robles Ossio AC, Marisol Robles, dijo que en México se diagnostican cada año 40 mil nuevos casos de insuficiencia renal y “es un grave problema al que nos enfrentamos, ya que hablar de este padecimiento representa un conjunto de factores como: diabetes, hipertensión, obesidad, pero en muchas ocasiones no se sabe qué lo desencadena”.
De acuerdo con datos de Estados Unidos, México tiene la mayor incidencia de enfermedad renal crónica comparado con el mundo, con un crecimiento de 122% de 2000 a 2013. Además, es insuficiente la donación cadavérica para la lista que se incrementa cada segundo.
Pidió visibilizar a los pacientes a través de acciones legislativas, sin banderas políticas ni institucionales. Entregó a los legisladores un diario renal, cuya finalidad es establecer un vínculo entre doctores y pacientes, con un claro lenguaje. “Hago votos para que ésta sea la legislatura que trabaje en las políticas públicas que cambien el panorama de la salud renal y permitan invertir en mejores tratamientos”.
Sergio Hernández, catedrático de la Facultad de Estudios Superiores de Iztacala de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), destacó que las enfermedades renales tienen proporciones epidemiológicas y debido a la enorme discapacidad que generan en sus pacientes, impacta en el sistema de salud porque la persona deja de ser productiva.
Apuntó que las opciones de tratamiento para este padecimiento son el trasplante de riñón, pero desafortunadamente es muy bajo el índice en este procedimiento, la diálisis peritoneal y hemodiálisis, estas últimas logran extender su vida, lo que les permite integrarse a su labor cotidiana.
Precisó que la diabetes y la hipertensión son las principales causas de que en el país exista alta prevalencia de las enfermedades renales.
Teresa Lizárraga Figueroa, exdiputada federal, relató que en su andar por el trabajo legislativo encontró que es fundamental luchar para que no se recorte el presupuesto al sector salud y que se debe cuidar de no generar políticas que tengan un presupuesto para su operación, de lo contrario serán letra muerta.
Solicitó a los legisladores retomar una de las iniciativas que impulsó, la cual planteaba crear el Registro Nacional de Pacientes Renales, que tiene como objetivo indicar el comportamiento de la enfermedad.
Agregó que otro aspecto pendiente en materia de salud es fomentar la donación de órganos, a través de intensas campañas de concientización a la sociedad, que sin duda beneficiaría a todos los pacientes de enfermedades renales, en espera de un riñón[.]