En el marco del Día Mundial sin Tabaco, la Asociación Respirando con valor exhorta a las autoridades mexicanas a revisar la viabilidad de destinar un porcentaje del IEPS al tabaco para la atención de la salud, en especial para el diagnóstico oportuno y la atención de calidad de los pacientes con enfermedades oncológicas como cáncer de pulmón entre otras.
El consumo de tabaco cobra la vida cada año de 7 millones de personas y aumentará a más de 8 millones en 2030 si no se intensifican las medidas para contrarrestarlo.
[recuadro]
En el informe de la OMS Earmarked Tabacco Taxes. Lessons learn from nine countrie, muestra cómo los siguientes países de América Latina han utilizado el impuesto al tabaco para financiamiento de sus sistemas de salud [4]:
- Argentina. Invierte en programas sociales y de salud
- Colombia. Destina un porcentaje (16%) de la recaudación por impuesto al tabaco para deporte y cuidado de la salud
- Costa Rica. Fondea programas para la prevención y tratamiento de enfermedades relacionadas con el uso del tabaco, incluidos tratamientos de cáncer.
- El Salvador. Destina un porcentaje (35%) para el sector salud
- Guatemala. Todos los ingresos del impuesto al tabaco se utilizan para programas de salud
- Panamá. Destina un porcentaje (50%) al Instituto Nacional de Oncología y al Ministerio de Salud
[/recuadro]El cáncer de pulmón es la primera causa de muerte por cáncer en México en hombres y mujeres. Es un problema mundial de salud causado por varios factores como son:
- Inhalación de humo de leña y solventes,
- Contaminación ambiental,
- Factores genéticos
- Tabaquismo.
En México, 95% de los casos de cáncer de pulmón se diagnostican en etapas avanzadas, lo cual limita el tratamiento de esta enfermedad. El pronóstico de supervivencia media es de 4 a 5 meses sin tratamiento y de hasta 2-3 años con el tratamiento adecuado, señaló el especialista.
De acuerdo a la OMS, la estrategia más eficaz para combatir la propagación del consumo de tabaco es aplicar políticas encaminadas a reducir directamente la demanda. La opción más eficaz y rentable para todos los gobiernos consiste simple y llanamente en aumentar el precio del tabaco, aplicando impuestos sobre el consumo.
Los impuestos al tabaco han sido el medio más eficaz para reducir el consumo, especialmente entre los jóvenes y la clase más baja. Se calculan que un aumento del 10% en impuestos reduce el consumo de tabaco aproximadamente 4% en los países de ingresos altos y un 5% en los países de ingresos bajos o medios.
A pesar de ello, establecer impuestos altos al tabaco es una medida poco frecuente. Solo 33 países, que representan el 10% de la población mundial, tienen impuestos sobre el tabaco que superan el 75% del precio al por menor. A juzgar de los datos disponibles, los ingresos fiscales son, en promedio, 269 veces mayores que los gastos en actividades de control del tabaco.
Actualmente, los productos de tabaco en México tienen un impuesto al consumo interno llamado Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS), que incluye un impuesto específico [1].
El IEPS al tabaco se incrementó a partir del año 2011, cuando se aprobó el aumento de 7 pesos al precio de una cajetilla de 20 cigarros. La recaudación aumentó 38%, pasando de $22 mil millones en 2009 a $30 mil millones en 2011.
La Ley de Ingresos de la Federación estima que durante 2017 se recaudarán $132 mil 220 millones de pesos por el cobro de IEPS a productos como el tabaco, bebidas alcohólicas, y alimentos y bebidas de alto contenido calórico. Recursos mayores al presupuesto asignado para el Ramo 12 Salud en el Presupuesto de Egresos de la Federación, que asciende a $121,817 millones de pesos [2].
De acuerdo con cifras de la SHCP en su informe sobre Finanzas Públicas y la Deuda Pública correspondiente a febrero, en el primer bimestre de 2017, la recaudación a través del IEPS al tabaco fue de $6,785 millones de pesos, monto inferior en 3.4% al reportado en el mismo periodo de 2016 [3].
Sitios de interés
- Asociación Respirando con valor http://www.respirandoconvalor.org/
