Juntos, podemos prevenir que la contaminación no afecte nuestra salud pero es necesario saber a qué se le va a dar la prioridad para poderlos resolver.
Existen varias enfermedades del corazón causadas por la contaminación del aire. Según los estudios de los últimos años, hay impactos a la salud que no se conocían, por ejemplo las cataratas, efectos adversos durante el embarazo, diferentes tipos de cáncer (sobre todo del cáncer del pulmón), que se sabe ahora que tienen una conexión con la contaminación del aire, según el Doctor Carlos Dora, coordinador del Departamento de Salud Pública y Determinantes Ambientales y Sociales de la Salud (OMS: Organización Mundial de la Salud)
“Nosotros en el sistema de salud sí somos capaces de tratar estar estas enfermedades, pero es mucho mejor que no pasen” afirma el Doctor Dora. Las estrategias de políticas públicas aportan buenos resultados para la salud, un ejemplo de esto son las estrategias de transporte.
Según varios análisis de la OMS, hay ciertos tipos de transportes que son muy buenos para la Salud y otros que no tanto. Es bueno tener un espacio seguro para transportarse en bicicleta y andar pie. Otros buenos sistemas de transporte son el metro y el metrobús.
“Se sabe que las poblaciones que usan estos medios de transporte tienen menos enfermedades cardiovasculares porque también tienen más actividades físicas, así como que esto disminuye la polución del aire” declara el doctor y agrega que “en estudios que se han hecho en varios países, hasta un treinta por ciento de la mortalidad total puede ser reducida por desplazarse en bicicleta al trabajo”
Los otros transportes como los autos aumentan más el tráfico, la contaminación del aire y la inactividad física. El hecho de que haya demasiados coches y contaminación, impide que la gente se pueda desplazar a pie de forma segura. Y no sólo esto, sino que el tener un transporte público que sí funcione, hace que la gente pueda desplazarse más rápido a cualquier centro de salud, a su trabajo o a donde se proponga llegar.
Por ello es bueno invertir en los sistemas de transporte públicos y que cualquier ciudad pueda hacer un análisis de cómo se genera la contaminación que hay en ella, para saber a qué se le va a dar la prioridad y poderlos resolver.