Las características de la comunidad juegan un papel importante en perpetuar las agrupaciones de suicidio de adolescentes y frustrar los esfuerzos de prevención, según un nuevo estudio realizado por sociólogos de la Universidad de Chicago y la Universidad de Memphis que examinó a agrupaciones en una sola ciudad.
El estudio, publicado en la revista American Sociological Review [1], ilustra cómo la cultura homogénea y alto grado de conectividad social de una comunidad pueden aumentar el riesgo de suicidio, especialmente entre los adolescentes. Tales condiciones contribuyen a agrupaciones en las que una serie de suicidios se producen al mismo tiempo y en cercanía.Mientras que los medios de comunicación han documentado en repetidas ocasiones la aparición de agrupaciones, se sabe poco acerca de por qué ocurren y cómo detenerlas. En el nuevo estudio, Anna S. Mueller, profesora asistente en el Desarrollo Humano Comparada en la Universidad de Chicago, y Seth Abrutyn, un profesor asistente en la Universidad de Memphis, examinaron una comunidad suburbana, de clase media-alta que había experimentado al menos 4 grupos en los últimos 15 años.
Los investigadores encontraron una intensa presión para alcanzar el éxito, acompañada con ideales estrechamente definidos de lo excepcional que deben ser los jóvenes académica y atléticamente. Los temores de no cumplir con esos ideales, combinados con la facilidad de que la información privada se haga pública, debido a la conexión social, deja a los adolescentes y sus padres poco dispuestos a buscar ayuda para problemas de salud mental. Tales condiciones dejan rendidos a los jóvenes que ya estaban sufriendo de una vulnerabilidad al suicidio, a pesar de tener conexiones sociales dentro de la comunidad.
«Quizás uno de los hallazgos más interesantes de este estudio es que pone de relieve la desventaja de la conexión social, algo que por lo general se promociona como una herramienta clave para la prevención del suicidio«, dijo Mueller. «También ayuda a explicar por qué algunas escuelas con una intensa presión académica tienen problemas con el suicidio, mientras que otras no lo hacen. No es sólo es la presión: Es la combinación de la presión con ciertos factores de la comunidad que pueden hacer que pedir ayuda sea más difícil«.
Los resultados proporcionan una nueva visión para la prevención del suicidio, que se ha centrado tradicionalmente en los aspectos negativos del aislamiento social y el papel de las enfermedades mentales. Los investigadores demuestran cómo se debe tenerse en cuenta al evaluar las vulnerabilidades de la comunidad, y por qué las organizaciones de prevención ya no deberían ver a la conexión social exclusivamente como una fuerza positiva en la medición del riesgo de suicidio.
En el estudio, Mueller y Abrutyn comenzaron con el trabajo inicial del suicidio del sociólogo francés Émile Durkheim, publicado en 1897 [2]. Mientras que su afirmación de que un individuo aislado socialmente es más propenso al suicidio sigue siendo una piedra angular de la prevención, se ha prestado mucha menos atención a la discusión de cómo altos niveles de integración en la sociedad también puede crear riesgos.
Mueller y Abrutyn dirigieron su atención a una sola comunidad, en la que 19 estudiantes o recién graduados de la escuela secundaria local se habían suicidado entre los años de 2000 y 2015. Su investigación de campo incluyó entrevistas y grupos con un total de 110 personas. El estudio no nombra a la ciudad debido a los acuerdos de confidencialidad ligados a la investigación.
En sus conclusiones, Mueller y Abrutyn recomiendan la creación de programas para ayudar a los estudiantes a navegar el fracaso percibido y tensiones académicas. Además, advierten que las estrategias de prevención del suicidio deben tomar en consideración que la conexión social no es siempre algo bueno. Los autores sugieren que más sociólogos se centran en el suicidio, al ver que su papel es cada día es más importante para entenderlo y prevenirlo.
«Dado el importante trabajo de Durkheim, sorprendentemente la sociología ha contribuido poco a la comprensión y la prevención del suicidio, sobre todo en comparación con la psicología y la epidemiología«, dijo Mueller. «Esto es lamentable, ya que los sociólogos tienen las herramientas teóricas y empíricas necesarias para examinar algunas preguntas sin respuestas que son fundamentales sobre el suicidio, una de las más importantes son: ¿Cómo evitar que sucedan suicidios en grupos?’«.
Referencias
- Anna S. Mueller y Seth Abrutyn; Adolescents under Pressure: A New Durkheimian Framework for Understanding Adolescent Suicide in a Cohesive Community; American Sociological Review 0003122416663464, publicaddo primero en línea el Septiembre 2, 2016 doi:10.1177/0003122416663464; http://asr.sagepub.com/content/early/2016/09/02/0003122416663464
- Durkheim, Emile; Suicide: A study in sociology, Free Press, New York, 1897