El trastorno afectivo emocional, llamado comúnmente Depresión invernal se descubrió en los países nórdicos, los cuales tienen períodos de oscuridad muy largos, además de cambios climáticos. Ambos producen efectos biológicos y bioquímicos en el cerebro que hacen que algunas personas susceptibles empiecen desarrollen síntomas de depresión.
Así lo dio a conocer en entrevista para Plenilunia el Dr. David Szydlo Kon, especialista en Psiquiatría de Adultos del Centro Médico ABC, quien nos comentó que en un principio los síntomas no se reconocen porque algunos de estos son opuestos a los de una depresión normal.
Explicó que las personas que padecen depresión invernal duermen poco y tienden a comer más; mientras que los síntomas de una depresión normal es poco apetito y mucho sueño.
“La gente empieza a sentirse irritable, de mal humor, sin interés ni energía para realizar actividades, todo les cuesta trabajo y parece ser tener un gran esfuerzo y cansancio constante, lo cual se debe a los cambios en los neurotransmisores en el cerebro”, puntualizó.
El especialista comentó que en el hemisferio norte este fenómeno ocurre en la época navideña; en cambio en el hemisferio sur (donde el invierno se presenta en julio y agosto) se ven mayor número de casos con este trastorno en una época que no es la navideña. Sin embargo destacó que todos los trastornos afectivos tienen una combinación de factores biológicos, psicológicos y ambientales/sociales.
Señaló que en hemisferio norte la época navideña es una época difícil para la mayoría de las personas: “la gente no tiene suficiente dinero, enfrenta duelos, y ocurren dificultades en las relaciones sociales; por tanto el trastorno se complica más cuando aunamos los problemas psicosociales”.
El psiquiatra informó que la depresión invernal tiende a darse en la edad adulta y tiene una presentación mayor en mujeres que en hombres (2:1), mismas en las cuales afectan factores biológicos por la diferencia del metabolismo de sustancias y porque la carga emocional de las crisis navideñas recae más en ellas que en los hombres.
También indicó que el trastorno suele aparecer en la época del cambio de horario (octubre) ya que en esas fechas la gente presenta mayor depresión, angustia y ansiedad. Además comentó que a las personas que sufren una segunda depresión invernal tienen mayor probabilidad de que padezcan el trastorno cada año y son personas mayormente predispuestas.
¿Solución?
El médico David Szydlo Kon informó que uno de los tratamientos más usados en los países del norte como Canadá y Estados Unidos es la fototerapia: tener luces muy brillantes en hospitales y el hogar para que los pacientes metabolicen algunas sustancias cerebrales a través de la luz.
“Hoy en día contamos con fármacos que ayudan a que la persona pueda pasar el periodo invernal con más tranquilidad y con la gente mayormente predispuesta empezamos tratamiento profiláctico una semana antes”, subrayó.
Por otra parte, el psiquiatra aclaró que no hay estudios que demuestren que el trastorno evolucione a una depresión mayor, pero que sí se ha observado que las personas con este trastorno son susceptibles a otros tipos de depresión.
El especialista explicó que como método preventivo la gente que padece depresión invernal puede acudir a sesiones terapéuticas las semanas anteriores a la presencia del problema y prepararse: “Hay estrategias cognitivas, conductuales y técnicas que la persona puede aplicar, como colocar focos de luz blanca en casa, luces brillantes y tomar medicamentos recetados por un médico”, concluyó el especialista.
Consejos prácticos
- En cuanto se tenga duda o sospecha se debe acudir a un profesional de la salud que evalúe si se tiene el trastorno o no.
- Una vez que se diagnostica esta condición deben seguirse las indicaciones; ya que muchas veces la gente que empieza a sentirse bien deja los medicamentos o abandona la terapia, lo que provoca una recaída.
- Una vez que el trastorno se haya presentado en más de una ocasión hay que aplicar estrategias preventivas que se pueden aprender para tratar de evitar la problemática.