La diputada Karina Sánchez Ruiz expuso que, en México, sólo 1 de cada 10 pacientes con trastorno de ansiedad cuenta con un tratamiento adecuado, a pesar de que en los últimos 25 años las terapias contra esta enfermedad han mostrado sus beneficios en la calidad de vida de los afectados y sus familias.
Por lo que promueve un exhorto al titular de la Secretaría de Salud para que implemente campañas de prevención y de diagnóstico oportuno del trastorno de ansiedad, a fin de proveer de un tratamiento integral a las personas que lo padecen y así mejorar su calidad de vida.La Organización Mundial de la Salud señala que el 12% de la población mundial adulta padece este trastorno y 3.8% afecta a la población adulta mayor; precisa que la salud mental abarca una amplia gama de actividades, directa o indirectamente relacionadas con el componente de bienestar cerebral.
En México, al menos 14.3% de los ciudadanos padece trastornos de ansiedad generalizada y del total el 50% se presenta antes de los 25 años de edad, refirió Sánchez Ruiz.
Señaló que la Revista Digital de la Universidad Nacional Autónoma de México establece que en México existen estudios que muestran una mayor prevalencia de la presencia de este trastorno entre los 15 y 45 años de edad, con una proporción mayor para las mujeres que para los hombres, siendo de 2 a 1 respectivamente; esta enfermedad de salud mental es la más común, agregó.
Indicó que las personas que sienten temor y preocupación están lidiando con trastornos de ansiedad, y muchas creen que son producto de una debilidad de carácter y no de una enfermedad neurobiológica.
“Las personas con trastornos de salud mental son víctimas de violaciones de sus derechos humanos, ya que socialmente son marginadas desde el momento en que no se les concede la atención ni los servicios y apoyo que necesitan para desarrollar una vida plena. Además, sufren discriminación cotidiana, particularmente en los ámbitos de la educación, el empleo y la vivienda”, enfatizó.
Agregó que con campañas de prevención y detección oportuna se atenderá de manera pertinente dicho trastorno, logrando así disminuir o eliminar el bajo rendimiento, la reducción de la autoestima, el abuso de alcohol o drogas, la depresión y diversos problemas mentales en la edad adulta.