La boca es el centro de la cara, es la primera impresión que reflejamos ante los demás. Refleja qué tan saludables nos encontramos en un momento dado, ya sea física, mental y hasta espiritualmente.
Si presentas equilibrio facial eso se notará, por eso es importante brindarle un cuidado óptimo a tu boca. Los músculos de la cara responden según como los trates, todo se nota.
¿Cómo queremos ser vistos? o ¿qué queremos que digan de nosotros? hablo en general de cualquier persona. El marco bucal, sobre todo el femenino, está delineado por unos labios cuidados y brillantes, que al sonreír muestren sus bellos dientes sin complejos.
La presencia de dientes y muelas permiten una buena masticación y deglución de los alimentos, favorecen a tener una correcta pronunciación al mismo tiempo que una dicción armónica. Conservan un equilibrio que empieza en la cara y repercute al resto del cuerpo. Por eso se les dice a los pacientes que la enfermedad y la salud entra por la boca.
Las mamás gestantes deberán tener mayor cuidado bucal, tienen que estar bien vigiladas, supervisadas y tratadas. Sin dejar de lado las visitas al ginecólogo.
La labor del odontólogo es eliminar cualquier foco de infección, dependiendo si es por caries o por encía; el especialista eliminará la gingivitis del embarazo, que de no atenderse podría avanzar en esa encía. No solo corre riesgo la dentición sino también el embarazo, ya que se han reportado casos de amenaza de aborto y de nacimientos de bebés de bajo peso.
Una señal de que nuestras encías están sanas es que no debe haber sangrado al cepillar o en otra circunstancia, cuando esto sucede hay que atendernos pues lo que antes era gingivitis se puede convertir en una periodontitis (destrucción de todos los soportes del diente), o se da lugar a una infección y en mujeres embarazadas hay riesgo de afectar la salud de la mamá y el bebé.
En el caso del cuidado bucal de los bebés, alimentarlos sanamente es esencial, evitar alimentos demasiado azucarados y entrenar al infante a recibir un aseo de encías después de alimentarlo. Si la alimentación del pequeño es por el pecho materno, dicha acción, estimula los huesos de cabeza y maxilares que avanzan armónicamente favoreciendo espacios suficientes a los dientes.
Acudir al odontólogo periódicamente hará que tengas mayor información sobre la importancia de cuidar tu boca. No debes olvidar que es el centro de tu cara y si ella se ve mal, entonces tú lo estás. Visita al odontólogo cada 6 meses.
Dr. Gilberto Gómez Escott
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